El paro general convocado por la CGT fue calificado por el Gobierno como un “fracaso total”, según expresó el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien señaló que la huelga dejó en evidencia la falta de respaldo hacia los sindicalistas. Sin embargo, desde la Casa Rosada, se mantiene la intención de mantener un diálogo abierto mediante una mesa de negociación entre ambas partes, tal como se discutió en un encuentro oficial a mediados del mes pasado.
“El paro fue un rotundo fracaso para la CGT”, declaró Francos en una entrevista con Radio Mitre, destacando que “la población se expresó contundentemente en contra del paro, con un 75% de rechazo, según algunos resultados”. Además, los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron los principales voceros del Gobierno en contra de la medida y los sindicalistas.
Por su parte, durante la jornada de paro, el presidente Javier Milei se mantuvo en la Quinta de Olivos, mientras que su hermana Karina Milei lideró la reunión de Gabinete.
El transporte público jugó un papel importante en el nivel de acatamiento al paro, ya que en su mayoría se sumó a la medida. Sin embargo, los colectivos de la empresa Dota continuaron operando, desafiando la decisión de la UTA, uno de los sindicatos de transporte que adhirió al paro.
En cuanto al diálogo entre el Gobierno y los sindicatos, días atrás se discutió sobre la reforma laboral que fue incluida en la ley Bases. Se señaló que los sindicalistas solicitaron no tocar la cuota sindical, lo que sugiere un enfoque en sus intereses por encima de los trabajadores, según el oficialismo.
A pesar de la evaluación negativa del paro, el ministro Francos indicó que el Presidente está convencido del rumbo que ha tomado el país. Destacó la importancia de las leyes en discusión en el Congreso, como la desregulación en el sistema energético y la promoción de grandes inversiones, y criticó a los sindicalistas, a quienes acusó de mirar hacia atrás en lugar de hacia adelante.