El abogado especializado en derechos humanos sucederá a la gambiana Fatou Bensouda. Se alzó con la victoria al obtener 72 de los 122 votos emitidos por los estados miembro en una contienda que lo midió con otros tres candidatos.
Un abogado británico de 50 años, Karim Khan, fue elegido este viernes como nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional por los estados miembros de esta institución.
Khan, que sucederá a la gambiana Fatou Bensouda, obtuvo la victoria en una segunda votación en la que se medía con otros tres candidatos, de España, Italia e Irlanda, al obtener 72 de los 122 votos emitidos. Especialista en derechos humanos, este abogado dirigió recientemente una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo Estado Islámico.
La fiscal general saliente, la gambiana Fatou Bensouda, recibió sanciones estadounidenses tras llevar a cabo investigaciones polémicas, en particular sobre el conflicto israelo-palestino y Afganistán.
Bensouda había sucedido al argentino Luis Moreno Ocampo, primer fiscal de la corte creada en 2002.
Naciones Unidas tiene 193 estados miembros, pero decenas de ellos no son miembros de la CPI, incluidos Estados Unidos e Israel.
Pese a varios intentos en las últimas semanas, los Estados integrantes de la CPI no alcanzaron un consenso para el nombramiento y por lo tanto tuvieron que zanjarlo mediante una votación en la sede de la ONU en Nueva York.
Bensouda terminará su mandato en junio tras nueve años al frente de uno de los cargos más complicados de la justicia internacional. Su sucesor tendrá que encarar expedientes kilométricos y casos complejos en un tribunal cuya legitimidad se pone en duda constantemente.
“Hay muchos lugares en el mundo en los que la Corte podría actuar”, dice un embajador que pide el anonimato. Es una “institución joven” y “no necesitamos menos [justicia internacional], sino más” rendición de cuentas, añade.
El nuevo fiscal deberá decidir sobre las próximas etapas en la investigación de los crímenes de guerra en Afganistán y de la polémica investigación sobre el conflicto israelo-palestino de 2014 en Gaza.
El año pasado, el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump impuso sanciones a Bensouda y a otro alto funcionario de la CPI -como una prohibición de viaje y la congelación de sus activos- por una investigación sobre presuntos crímenes de guerra estadounidenses en Afganistán.
Israel y Estados Unidos, que no son miembros de la CPI, también se opusieron a otra investigación sobre presuntos crímenes de guerra que habrían cometido las fuerzas israelíes y grupos armados palestinos.
La semana pasada, los jueces de la CPI declararon que la corte es competente para abordar hechos ocurridos en los territorios palestinos ocupados, lo cual allana el camino para una investigación sobre crímenes de guerra.
El gobierno del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, parece menos conflictivo pero no se ha pronunciado sobre si levantará las sanciones contra Bensouda.
La CPI es el único tribunal permanente para crímenes de guerra en el mundo. Se lo suele criticar por haberse centrado en casos de países africanos.