Han pasado dos años desde que Fernando Sabag Montiel intentó disparar contra la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En ese momento, la bala no salió, y los militantes presentes detuvieron a Sabag. Su novia, Brenda Uliarte, logró escapar del lugar.
Actualmente, Sabag Montiel, Uliarte y Gabriel Carrizo, conocido como “el dueño del negocio de copos de azúcar”, están siendo procesados en el juicio por el intento de magnicidio. Carrizo está implicado por su participación en la planificación del ataque.
Los tres enfrentan cargos por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía, premeditación, y agravado por el uso de arma de fuego. Mientras que la autoría del atentado recae sobre Sabag Montiel, Uliarte podría ser declarada inimputable. Por su parte, Carrizo fue incriminado por mensajes en su celular, donde expresaba su deseo de realizar el ataque y su temor a ser descubierto. En uno de sus estados de WhatsApp tras el intento de atentado, escribió: “Nosotros somos los que mantenemos a estos parásitos ahí arriba. Van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la nación argentina”.
El tribunal a cargo del juicio está compuesto por Ignacio Fornari, Sabrina Namer, y Adrián Grünberg, mientras que Gabriela Baigún actúa como fiscal. A pesar de los esfuerzos de los abogados de la querella, quienes representan a Cristina Fernández, para incluir en el juicio las investigaciones sobre Gerardo Milman y la agrupación de ultraderecha Revolución Federal, no se aceptaron estas vinculaciones políticas.
Gerardo Milman, diputado del PRO y cercano a Patricia Bullrich, fue señalado por Uliarte como quien habría pagado a personas para generar disturbios cerca de la residencia de Kirchner. Además, un testigo declaró que había escuchado a Milman decir en un café: “Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”. Las secretarias de Milman admitieron haber borrado material de su celular antes de entregarlo a la justicia.
Revolución Federal, una agrupación de ultraderecha liderada por Jonathan Ezequiel Morel, junto con otros dos miembros, tienen prohibido acercarse a Cristina Kirchner, su familia y al Congreso. Esta agrupación fue vinculada al caso por incitar a la violencia y realizar comentarios previos al atentado que promovían el crimen.
Cristina Fernández de Kirchner ha criticado el juicio, señalando que faltan los autores intelectuales del atentado y que el proceso se enfoca únicamente en los autores materiales. “Es una deuda que se debe saldar, no conmigo, sino con la democracia”, afirmó.
Desde las diversas agrupaciones que apoyan a la ex vicepresidenta, se sigue planteando una pregunta clave: “¿Quién ordenó matar a Cristina?”.