El exdiputado nacional Julio Bárbaro acercó la visión desde la política sobre la denuncia de pagos fraudulentos en la tramitación de reparaciones por personas desaparecidas que investiga la Justicia.
“Es una situación que hay que revertir entre todos, no es una cuestión exclusiva del peronismo”, planteó Bárbaro, en la presentación del libro “La estafa con los desaparecidos. Mentiras y millones”, del periodista José D’Angelo, autor de la denuncia ante el juzgado federal de Ariel Lijo. La obra reconstruye historias poco conocidas y desestima mitos que alimentan el relato afianzado durante el período kirchnerista.
El libro de D’Angelo presenta casos de personas que aparecen como víctimas de desaparición forzada, ejecución sumaria o asesinato en los legajos elaborados en el área de Derechos Humanos, a pesar de que existirían constancias de que no murieron en esas circunstancias. Algunos de ellos, incluso, habrían sido ejecutadas por organizaciones guerrilleras y muchos durante la vigencia del gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.
“En democracia, la guerrilla es traición a la patria. Pasaron el límite, porque utilizan la excusa de los supuestos ideales para el delito”, dijo Bárbaro.
D’Angelo, en tanto, explicó que “las personas de los casos descriptos en la investigación no fueron objeto de ninguna represión ilegal, sino sujetos activos de las organizaciones guerrilleras. Se fraguó su condición, falseando la verdad de los hechos. Constituyen una evidente maniobra de fraude con la complicidad de funcionarios y dirigentes. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación desembolsó cerca de 3.000 millones de dólares, sin control y auditoría de esos expedientes”.
En su exposición, Bárbaro sostuvo que “reivindicar la guerrilla es reivindicar la confrontación” y ubicó las posturas del kirchnerismo muy lejos de la posición de Juan Domingo Perón, quien se pronunció, dijo, al expulsar a los Montoneros de la Plaza de Mayo y promover “el abrazo con Ricardo Balbín”, en favor del encuentro entre los argentinos. “Arrastramos una decadencia de la cual no podemos salir”, dijo el dirigente.
“Cuando un derecho se convierte en delito se lastima la dignidad. Lo que desnuda el cobro delictivo es la incapacidad de revisar la propia historia. ¿Como hacés para disfrazar de idealista el curro?”, advirtió.
Además, observó contradicciones en el gobierno de Alberto Fernández. “Empezaron con el grupo Puebla y terminaron con Juan Manzur, el jefe de Gabinete, alineado con Israel y Estados Unidos”, sentenció.