De pronto empezó la acción. Después de meses de amagues, aparecieron las denuncias contra las financieras. Tarde pero seguro: iba a pasar, era cuestión de que alguno diera el primer paso.
La incógnita era cómo iban a quejarse los altos funcionarios, deseosos de cobrar, pero a la vez preocupados porque no se destape la olla de sus negocios millonarios.
Y parece que le encontraron la vuelta. Porque entre los denunciantes apareció de pronto el hermano de un muy cuestionado ministro de Raúl Jalil, probablemente el más torpe y el más señalado por sus maniobras con dineros públicos.
Y hete aquí que ahora el Gran Hermano hace un reclamo judicial por 20 millones de pesos. Ningún moco de pavo, son unos 200 mil dólares, nada que se junte de la noche a la mañana vendiendo bolsitas de nylon en la Rivadavia.
Y todos se preguntan de dónde salió este nuevo rico, que en realidad lleva algo más de un año viviendo en Catamarca. Por sus contactos familiares, como otros cientos, tiene su índice ñoqui y la pasa fenómeno en la vida. Pero… ¿20 millones?
El cálculo que se hacen en tribunales (y Casa de Gobierno) es muy simple: el muchacho fue mandado a denunciar como un “testaferro”, que en realidad viene a reclamar lo que es del altísimo funcionario, mandamás de un ministerio para más datos.
Pero lo grave no es eso, sino que la platita que se timbeó no sería de ahorros de la infancia, sino fondos públicos que depositaron para que el Pelado hiciera su magia. Sólo que esta vez, como se sabe, nada por aquí, nada por allá… y a llorar al campito. O a los abogados.
En la jugada estarían prendidos varios de nuestros honorables servidores públicos, del Ejecutivo y también de la Legislatura.
Es una trama en la que se mezclan lazos familiares y de romances del dinero público con bolsillos privados. Hombres y mujeres que comparten la intimidad y la ambición.
¿Será muy difícil rastrear? ¿Habrá voluntad? La pregunta es simple y sencilla… “¿De dónde sacaron esa plata?”. La respuesta se complica.
Pero tengan mucho cuidado muchachos, porque el denunciado no se va a entregar tan mansito. Y si revolea la media va a salpicar tanto que a varios se les va a caer la máscara.
Ya avisó que si lo meten preso no cobra nadie, y además tiene listo el contraataque. Ustedes vean hasta dónde quieren apostar… parece que falta poquito para que saquen los trapitos al sol.
AH, y otra cosa. En unos meses se vota… feo que se hable de eso en la campaña ¿no?
