En noviembre del 2020, una mujer de 33 años roció con alcohol a su hijo y le arrojó una vela encendida. Tres años más tarde, la Justicia la encontró culpable de los delitos de “homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa” y la condenó a 11 años de prisión.
Según relató uno de los fiscales del caso en el debate, la mujer atacó al niño cuando se encontraba sentado en uno de los dormitorios. El menor, que en ese entonces tenía 11 años sobrevivió gracias a que logró sacarse la remera y salir de la casa corriendo.
Inmediatamente, el joven pidió auxilio a los vecinos, quienes extinguieron la combustión, y tras ponerlo a salvo, lo trasladaron a un centro de salud de Rosario. “Allí permaneció seis días internado en la Unidad de Terapia Intensiva luchando por sobrevivir”, agregó uno de los representantes del Ministerio Público al justificar el pedido de pena de 15 años de prisión.