Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, la red cloacal de la ciudad puede padecer inconvenientes por su mal uso. Las grasas y aceites que indebidamente se arrojan a las tuberías se solidifican, generando obstrucciones y por ende, el desborde de líquidos y sólidos a la vía pública.
Para evitar dicha problemática, debemos realizar un buen uso de la red cloacal, para asegurar la salubridad y seguridad de la ciudadanía. Por eso, se debe evitar arrojar elementos sólidos al inodoro o la pileta de la cocina, tales como yerba mate, restos de comida, algodones, trapos, pelos, colillas de cigarrillos, preservativos, aceites y grasas. Además de las grasas y aceites solidificados por las bajas temperaturas, los elementos inadecuados para el sistema cloacal también generan obstrucciones.
La colaboración de los usuarios contribuirá a aliviar los inconvenientes por malos olores que generan obstrucciones en las tuberías, como también minimizará las eventuales roturas de calzadas pavimentadas cuando deban realizarse reparaciones por obstrucción.
Su uso correcto y su preservación, permiten prolongar y garantizar la vida útil de las instalaciones. El uso adecuado de los desagües cloacales domiciliarios contribuye al mantenimiento de la higiene y de la salud pública.