La defensa del ex vicepresidente realizó una presentación ante el juez Daniel Obligado. Dos fiscales solicitaron que cumple la condena en la cárcel tras la confirmación de la Corte Suprema.
El ex vicepresidente Amado Boudou y su socio José María Núñez Carmona pidieron en las últimas horas mantener el beneficio de la detención domiciliaria y que se rechace el pedido de dos fiscales, que el viernes habían solicitado que ambos vuelvan a la cárcel. La definición quedó en manos del juez Daniel Obligado, el mismo juez que le otorgó la domicilia a Boudou en abril, y luego a Núñez Carmona en agosto.
El viernes, un día después de que la Corte Suprema confirmó todas las condenas en el caso Ciccone, la fiscal de ejecución Guillermina García Padín y el fiscal Marcelo Combo pidieron que Boudou y su socio vuelvan a la cárcel. “Al haber adquirido firmeza la condena impuesta en las presentes actuaciones, pierden operatividad las previsiones del art. 210, inc. j) del Código Procesal Penal Federal, que habilitaron, con fechas 6 de abril y 5 de agosto de 2020, la morigeración de los encierros carcelarios dispuestos por el señor Juez respecto de Amado Boudou y José María Núñez Carmona”, dice el escrito que presentaron el viernes pero que trascendió el lunes.
La defensa de Boudou, a cargo de Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, presentó hoy un escrito argumentando que las circunstancias por las cuales el juez Obligado le otorgó la domiciliaria no se modificaron aunque la Corte confirmó las condenas, pudo saber Infobae de fuentes judiciales. La presentación menciona informes de la Asesoría Tutelar de Menores por la situación de sus dos hijos.
En abril, cuando le otorgó el beneficio, Obligado tuvo en cuenta la situación familiar del ex vicepresidente y la crisis sanitaria por la pandemia. “Hasta el momento, entonces, (Boudou) viene cumpliendo con las pautas procesales que se le han impuesto y también registra Conducta 10, Concepto 6 (lo cual surge del reciente Informe Socio Ambiental). En definitiva, en este caso considero que se ha demostrado de qué modo y manera la emergencia sanitaria de pandemia Covid 19, incrementa los riesgos personales del condenado Amado Boudou en relación a su núcleo familiar conviviente, por lo que en este contexto situacional habré de morigerar su encierro, tornando el penitenciario en domiciliario”, dijo.
El ex vicepresidente está cumpliendo el arresto domiciliario desde ese momento. Comenzó en un departamento del barrio de Barracas y luego pidió permiso para mudarse a una casa en Avellaneda.
Boudou ya estuvo detenido tres veces. La primera vez fue el 3 de noviembre de 2017, cuando la Prefectura lo sorprendió en su departamento de Puerto Madero con una orden del juez Ariel Lijo. Luego volvió a la cárcel en agosto de 2018, tras la condena del Tribunal Oral Federal 4 por el caso Ciccone. Ese período se extendió hasta el 11 de diciembre de ese año, cuando ese mismo tribunal, con otra composición, decidió otorgarle la excarcelación tras el pago de 1 millón de pesos y la colocación de una tobillera electrónica con GPS. Su tercer paso por el complejo penitenciario de Ezeiza arrancó el 18 de febrero del año pasado, luego de un fallo de la Cámara de Casación que decidió revocar su excarcelación.
El viernes, tras el fallo de la Corte Suprema, el juez Obligado recibió el expediente y dictó una resolución en la que estableció que la pena de Boudou vence el 1 de junio de 2024. Ahora, tras el dictamen de los fiscales, debe volver a expedirse. Su decisión, cualquiera sea, seguramente termine en la Cámara de Casación, donde se definirá el futuro del ex vicepresidente.
En el caso de Núñez Carmona, Obligado le otorgó el beneficio en agosto, luego de dos intentos fallidos, con el argumento del ingreso del coronavirus en el pabellón donde estaba alojado, en la cárcel de Ezeiza. El juez tuvo en cuenta que es un paciente de riesgo.
Hay otra diferencia sustancial con el caso de Boudou: el fiscal Marcelo Colombo dictaminó en julio a favor de la domiciliaria de Núñez Carmona. Su abogado defensor, Matías Molinero, presentó un escrito destacando esa situación. Y ratificó que el socio del ex vicepresidente sigue siendo una persona de riesgo.
“A la fecha ninguna de aquellas circunstancias ha variado; ni se ha superado la situación de pandemia ni mi asistido ha dejado de ser un paciente de riesgo frente al contagio de la enfermedad”, dice esa presentación.
Desde agosto, el amigo y socio del ex vicepresidente pasa sus días en un departamento de Mar del Plata, junto a su mamá de 93 años. Solo salió a la calle para visitar médicos. Siempre con una orden judicial y monitoreado por la pulsera electrónica.