Cámbiate el nombre que no te reconoce nadie

Con la creatividad que los caracteriza, algunos políticos creen que una lavada de cara alcanza y sobra para seguir en la fiesta, y aparecen siempre los mismos con distinto maquillaje.
El ejemplo más claro es el kirchnerismo, que viene de fracaso en fracaso y lo único que hace es cambiarse de nombre para simular que es un espacio nuevo.
Claro, hay gestiones tan malas y desastrosas que terminar por pulverizar a la marca y ya no hay publicista que pueda hacer magia, entonces se reciclan manteniendo el mismo negocio con otro cartel.
Es lo mismo que le pasó a Macri después del desastre que hizo en 2015-2019, donde su genial propuesta “Cambiemos” se fundió sola.
Fue tan malo su gobierno, sobre todo en lo económico, que la gente bajaba las persianas de su local y ponía el cartel “Cerramos” usando el logo de Cambiemos con otras letras. Además no podían seguir proponiendo cambios si gobernaban ellos, entonces inventaron “Juntos por el Cambio”.
Con el peronismo es peor. Peor porque lleva mucho más tiempo, casi 20 años.
Entonces el gran proyecto ganador empezó como “Frente Para la Victoria”, que con Néstor Kirchner tuvo un gran arranque, y algunos se creían que era más importante que el PJ.
Pero pasó lo que pasó, la corrupción, la soberbia, los negociados, el hartazgo de la gente. Y el Frente Para la Victoria no daba para más.
Tuvieron una tregua justamente con el gobierno de Macri, y encontraron la oportunidad de volver.
Pero claro, ya la gente escuchaba “Frente Para la Victoria” y se agarraba la cabeza. Entonces se cambiaron el nombre a “Frente de Todos”, dando la idea de que era algo nuevo.
Se dirá que funcionó porque ganaron, pero no funcionó nada. Sólo ganaron por el fracaso macrista. Y gobernó el Frente de Todos, desastrosamente.
El dólar, que con Macri era un escándalo a 50 pesos, se fue a 500 pesos. La inflación supera el 100 por ciento anual. Un infierno.
Pero viene otra elección y quieren seguir. Pero ya no pueden poner Frente Para la Victoria ni Frente de Todos, porque están requemados. Entonces nación “Unión por la Patria”.
¿Y quiénes son? ¡Los mismos! ¡Los mismos de siempre! Los fracasados de antes de Macri y de después de Macri. Todos amontonados con Cristina a la cabeza.
Los que nunca explicaron los bolsos de López, la corrupción, el desempleo, la inseguridad. Los que nos están hundiendo como país, ahora vienen con otro nombre de fantasía: que nadie se engañe, el remedio genérico es el mismo.
Y la gente ya los conoce.

La visión del catucho 

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