La declaración ampliatoria que durante varios días realizó Edgar Adhemar Bacchiani en la Justicia Federal, desnudó por completo la estrecha relación del hombre señalado como el autor de la mayor estafa de la historia catamarqueña con la familia Jalil.
A pesar de que el gobernador en algún momento denunció a Adhemar Capital, de los dichos del imputado se desprende un peligroso doble juego, ya que al mismo tiempo Raúl Jalil acomodaba sus organismos de control para facilitar la tarea de Bacchiani y, lo que es más llamativo, su familia hacía negocios y se enriquecía con el sistema del Trader God, a tal punto que el propio Bacchiani declaró ante el juez Miguel Ángel Contreras que gracias a él y sus operatorias terminaron en Sanatorio Junín.
Por otra parte, y para completar el insólito show “esquizofrénico” de relaciones, Bacchiani ratificó sus relaciones comerciales con numerosos funcionarios, demostrando que la promesa de Jalil de que iba a echar a cualquiera que estuviera metido en el tema no fue más que un gesto para la tribuna.
Señores, nada de chismes ni rumores, todo está explícito en un documento público como lo es la declaración del Pelado, que denunció traiciones, robos y extorsiones, y revoleó la media para todos lados, aunque destacando al hermano del gobernador Andrés Emilio Jalil, a quien identificó ante el juez cariñosamente como “mi compadre”, porque de hecho son compadres.
Bacchiani, que para empezar trabajaba en un local subalquilado por la familia Jalil, no hacía nada a espaldas del Gobierno. Al contrario, estaba autorizado y pagaba puntualmente. Así lo detalla:
“Adhemar Capital SRL, se encontraba ubicada en Intendente Medina 18 dicho, local cual fuera subalquilado por el señor Andrés Emilio Jalil, en principio el aval otorgado por el ente recaudador ARCA y AFIP a la particular y concreta actividad que llevaba a cabo. Es un elemento clave para que Su Señoría evalúe el potencial tributario de Adhemar Capital, a sabiendas de todo lo directivo que respalda dicho organismo y que mediante DNU el actual gobernador Jalil modificó la carta orgánica de este organismo, a través del cual se nos aplicó una alícuota mensual de un 2.5 % sobre la renta final acumulada, de la que se pagaba a cada uno de los inversores, y que dicha alícuota debía ser abonada con anterioridad al vencimiento de los mismos; es decir se pagaba al momento del sellado del contrato, por lo que solicito que ello se verifique y constate sin perjuicio de que sea agregado como elemento de prueba a la causa. Tal era la participación de dicho organismo que hasta se les proporcionó un espacio propio en la empresa por lo que, reitero, Adhemar Capital SRL se encontraba debidamente habilitado, para desarrollar la funciones en cuestión. Esas actividades fueron reales y efectivas, no fue una fachada ni una pantalla, ello se corrobora con las múltiples actas de la escribanía, donde queda constancia del tradeo en diferentes monedas y plataformas virtuales. Todo fue aportado a la causa, por lo que pido así se verifique. En el caso de AFIP, sobre mis comienzos tributarios como responsable inscripto que fueron a partir del año 2018 y las tenencias en cripto moneda en bictoin en los periodos 2018/19 se encuentran acreditadas en escribanía pública, y las formas en las que fueron adquiridas y generadas, preceden a la apertura de Adhemar Capital, por lo cual los mismos no fueron obtenidos con activos de los inversores, sino que fueron arduas horas de trabajo y especialización en este mercado, y más aun, que para vender dichas cripto, tal organismo me cobró los impuestos a las ganancias pertinentes, los cuales sumaron un gran caudal liquido de dinero en efectivo. Tales facturaciones deben de encontrarse entre los documentos allanados a los fines de corroborar lo hasta aquí vertido, como así también las actas de constatación notarial sobre mi trading y la forma de adquisición de tales valores. Todos estos documentos, y las trazabilidades del mercado estaban puestas a disposición y bajo conocimiento de ambos organismos mencionados anteriormente. Fueron presentadas por mis asesores, el contador Claudio Díaz en una primera instancia y posteriormente por el contador Iván Segovia, a quienes solicito se llame a declarar a fin de corroborar la información suministrada”.
Sirvan estos párrafos para comprender hasta qué punto hay una bipolaridad del Gobierno, que con una mano cobra y con otra denuncia. Es como admitir que no había delito, porque de otra forma sería como si le cobrara impuestos a quienes venden cocaína.
En la regularización y los cobros oficiales, hay un aval a la actividad… ¿o estamos todos locos?
Pero el Pelado va más profundo con la daga, y revela cómo se beneficiaron los Jalil con su magia de las criptomonedas: “he aportado a gran parte de la sociedad catamarqueña una mejoría en su calidad de vida durante un tiempo prolongado, los inversores de Adhemar Capital han podido comprar lotes y construir sobre ellos, comprar propiedades ya construidas, han movilizado el parque automotor marcando records, han salvado sus comercios en épocas de pandemia y han podido ampliar y crecer en sus rubros, en el sector gastronómico, se podía observar un nivel de consumo y doy fe de ello, porque también pertenezco a dicho segmento, no había mesas libres en ningún bar por donde uno transitaba”.
Y allí agrega, según consta en la Justicia Federal: “una familia en particular pudo terminar de construir su sanatorio, el cual al día de hoy es de gran importancia para los catamarqueños y hago referencia a ellos, porque fueron aval de confianza muy grande para la masa de inversores, estoy hablando de la familia Jalil”.
Lo dice Bacchiani: la participación de los Jalil, nada menos que los Jalil, fue un espaldarazo para que todos confiaran en su empresa. Y no es para menos.
Su amistad y familiaridad con Andrés “El Tronco” era tal que fue él quien le advirtió que lo estaban engañando sus socios. El Pelado lo cuenta con lujo de detalles:
“La verdad que no me dejan de sorprender operaciones sospechosas de Zaraiva Garcés Rusa, a la cual le aparecieron transferencias a su país de origen, la cual de repente mientras yo llevo 16 meses detenido, con 36 requisas negativas, en un pabellón de máxima seguridad, ella tiene acceso, apertura y manejo de cuentas de Adhemar Capital y otras cuentas que también sé que andan dando vueltas en la causa que ella manifestó. Zaraive 8expareja de Bacchiani), también de repente aparece con documentos a su nombre con cifras millonarias, firmadas por Alexis Sarroca, gerente de Adhemar Capital, y apoderado de la misma. En una charla que tuve con mi ex mujer me había comentado que estaba por realizar un proyecto de granja de minería en Venezuela con su primo, yo de esto sí voy a solicitar que se investigue el crecimiento patrimonial de la familia de Zara en Venezuela. Zara iba a la caja sacaba plata, iba y sacaba, alguien lo dijo aquí a eso. A mí en un momento me lo dijo Sarroca que Zaraive iba y sacaba plata sin mi autorización, cuando ellos me lo decían yo reponía con la mía para la caja de la empresa. A mí me sorprende mucho porque era mi socia, no entiendo, no logro comprender, más cuando aparecieron estos pagarés firmados por Alexis por 100 millones. Yo digo que esos retiros son sospechosos, también los retiró de José Blas y Alexis Sarroca. Ellos podían entrar a la bóveda, y las cajas no cerraban, yo tengo el testimonio me lo dijo Mariano Vargas, que José y Alexis sacaban plata y no le cerraba las cajas. Yo lo suspendí por ese tema, siempre faltaban 600 mil dólares, 100 mil dólares, etc. Vargas se largó a llorar, y casi se agarra a las piñas con Blas, y yo lo suspendo a él pero me equivoqué, la mano negra ya venía por otro lado, pero qué iba a desconfiar de Blas que para mí era como hermano. Pero ya después cuando aparece Andrés Jalil, mi compadre, fue el que me dice ante una manifestación mía de mostrar equis deuda a su nombre, osea deuda de la empresa para con Jalil, me dice que él no tenía nada que ver, que esa plata no la había invertido. Estamos hablando de 6.000.000 de dólares, que Andrés había cobrado casi todo, esa reunión fue en mi casa, y Andrés Jalil me manifiesta a mí que me estaban falsificando y robando en la empresa, que usaban su nombre, el de Andrés para hacer y de otros más, para hacer cobros por afuera, algo así como una empresa paralela. Yo le dije que me diga que es real y que me diga los nombres, y él me saca afuera de casa y me dice que eran José Blas y Alexis Sarroca. Ellos tienen el poder para poner sello y firma, ellos están falsificando deuda y no solo a mí. Esas alarmas yo no las tomo a tiempo, si bien ya estaba desbordado ya que hablamos de febrero de 2022. Todas estas personas tanto Blas José, como Alexis Sarroca, Donato, García Alaimo y Garcés Rusa, han incrementado sus patrimonios en desproporción a sus ingresos y admito que fue muy duro para mi asimilar todos estos acontecimientos, que son muy destructivos para mi persona, que son ajenos a mi voluntad, que siempre fue la de cumplir, la de pagar y a la cual no voy a claudicar”.
Y una perlita más de la declaración: cuando le preguntan si alguna vez trasladó la caja o punto de pago a otro lado, Bacchiani confiesa que “para clientes especiales sí, a los clientes VIP que eran los de alta envergadura, por ejemplo Andrés Jalil” porque “ellos no querían que cuando este el ARCA ser atendidos ahí, eran inversiones de millones de dólares”.
¿Y el gobernador no sabía nada de los negocios en los que su familia participaba como VIP? ¿Denunció a la empresa con la que su familia lucraba, y a la vez el mismo gobierno le cobraba? ¿Y donde invertían sus funcionarios, intendentes y legisladores también?
Podría decirse que es una trama imposible de entender, pero para quien sepa interpretar, queda todo bastante claro.
El Catucho.