Por pedido de la Fiscalía de Instrucción nº4, a cargo de Ezequiel Walther, fueron allanadas las oficinas de la Municipalidad de Santa Rosa en el marco de una de las causas que pesan sobre el intendente Elpidio Guaraz (FT). Se trata de la que realizó una comerciante del lugar por acoso sexual y acoso laboral.
La solicitud fue autorizada por el Juzgado de Control de Garantías de turno, y en el procedimiento participó personal judicial y de la Policía de Bañado de Ovanta.
Los hechos
Este procedimiento se enmarcó en la causa que se inició semanas atrás la joven Shirli Cordero (quien oportunamente autorizó que su nombre sea publicado y que se le tomen fotografías) y lo denunció por acoso sexual y acoso laboral. Cordero es propietaria de un bar hospedaje en Bañado de Ovanta y fue clausurado recientemente por disposición de la intendencia.
Según denunció la mujer, estuvo dispuesta a pagar la habilitación pero nunca llegó “el cobrador” hasta el comercio, y sostiene que la clausura se debe a que no aceptó las reiteradas invitaciones a salir que le hizo el intendente Guaraz a través de las redes sociales y en la vía pública.
“Esto comenzó hace cinco años. No nos deja trabajar tranquilos, se agarra de que uno no accede a estas cosas y nos va a clausurar. Este tipo no sé qué quiere, pero estamos hartos. Esperemos que la Justicia no se venda y pague las consecuencias de estos atropellos”, dijo Cordero tras hacer la denuncia, asesorada por la abogada Natalia Páez.
Como elemento de prueba, la denunciante presentó capturas de mensajes de whatsapp, el documento con la clausura del local comercial y una carta documento que le envió la mujer al intendente.