El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) ha revelado cifras preocupantes sobre el empleo informal en el país, que ha experimentado un notable aumento en los últimos cuatro años. De acuerdo con el informe, el número de trabajadores informales ha crecido en 568.000, lo que representa un incremento de aproximadamente un tercio en comparación con el empleo formal, que ha registrado un aumento de 363.000 empleos en el sector privado durante el mismo período.
El estudio muestra una tendencia alarmante: por cada empleo formal creado, se han generado 1,5 empleos informales. Este crecimiento desproporcionado del empleo informal está vinculado a la recesión económica y al aumento del desempleo, que actualmente se sitúa en 7,7%. Estas condiciones económicas adversas han llevado a una creciente precarización del trabajo, afectando especialmente a los sectores menos protegidos.
Un dato particularmente inquietante del informe es que el 34,9% de los trabajadores que tienen un empleo en la actualidad viven por debajo de la línea de pobreza. Esta situación refleja la profunda desigualdad y la inseguridad económica que enfrentan muchos trabajadores, a pesar de estar empleados.
Entre los sectores más afectados por la informalidad, el servicio doméstico destaca como el más vulnerable. De los 1.673.000 trabajadores en este sector, un alarmante 71,5% no recibe aportes provisionales, lo que agrava su situación de precariedad. El sector agrícola también presenta altos niveles de informalidad, con un 59,2% de sus 853.000 trabajadores sin registro oficial. La construcción no se queda atrás, con un 58,4% de sus 946.000 trabajadores en condiciones de informalidad. Finalmente, el comercio, que cuenta con 2.269.000 empleados, tiene un 42% de trabajadores en situación no registrada.