Asesinan a una ex presidenta legislativa en Minnesota y hieren a otro congresista

Un doble atentado con tintes políticos conmocionó al estado de Minnesota este domingo. La ex presidenta de la Cámara de Representantes, Melissa Hortman, de 55 años, y su esposo Mark fueron asesinados en su vivienda de Brooklyn Park por un hombre que se hizo pasar por policía. Poco antes, el senador estatal John Hoffman y su esposa resultaron heridos en un ataque similar en su domicilio en Champlin, a solo 15 kilómetros del lugar del crimen.

El autor de los atentados fue identificado como Vance Luther Boelter, de 57 años. El sujeto portaba uniforme policial, chaleco antibalas y una placa falsa, y abandonó en las inmediaciones una camioneta clonada que contenía un manifiesto político y una lista de objetivos legislativos. Tras intercambiar disparos con la policía, logró escapar a pie y continúa siendo intensamente buscado por autoridades locales, la Policía Estatal y el FBI.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, calificó lo ocurrido como “violencia política selectiva” y ordenó el despliegue de un operativo especial de búsqueda, además de ofrecer una recompensa de 50.000 dólares por información que conduzca a la captura del sospechoso. También se decretó confinamiento obligatorio en zonas residenciales cercanas al lugar de los hechos.

El ataque generó un fuerte impacto a nivel nacional. En Washington, tanto demócratas como republicanos coincidieron en exigir mayores medidas de seguridad para funcionarios públicos, y advirtieron sobre el clima de creciente polarización y odio político. “Estamos ante una crisis de violencia política sin precedentes”, alertó un comunicado firmado por legisladores de ambos partidos.

El atentado ocurrió en paralelo a las marchas del “No Kings Day”, una jornada de protesta contra el expresidente Donald Trump que movilizó a millones en ciudades como Seattle y Los Ángeles. En Minnesota, los organizadores suspendieron la movilización por razones de seguridad.

Desde distintos sectores políticos, incluyendo al propio Trump, la fiscal general Pam Bondi y el senador Chuck Schumer, se condenaron los ataques como “atroces” y se comprometieron a garantizar que “se castigue con todo el peso de la ley”.