En un contexto económico caracterizado por la devaluación y la creciente inflación, Argentina se encuentra entre los países con los salarios mínimos más bajos de América Latina, según un reciente informe.
Comparado con naciones como Costa Rica, Uruguay y Chile, Argentina enfrenta una disparidad significativa en términos de remuneración mínima. Mientras estos países ofrecen ingresos que duplican e incluso triplican el salario mínimo argentino, el país se ve rezagado en este aspecto.
El Gobierno, encabezado por Javier Milei, ha respondido a esta situación aumentando el salario mínimo de $156.000 a $180.000 en febrero y luego a $208.000 en marzo. Aunque estos ajustes son necesarios, aún dejan a Argentina en una posición desfavorable en comparación con sus vecinos.
Es importante destacar que la inflación en Argentina sigue siendo una de las más altas del mundo. En febrero, alcanzó el 13,2%, con un preocupante 276% en un año, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esto ha llevado a una significativa pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores argentinos.
La disparidad económica se refleja también en los ingresos per cápita familiares a lo largo del país. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires este promedio es de USD 213, en provincias como Chubut, Corrientes y Formosa desciende a apenas USD 59, USD 69 y USD 76, respectivamente. Al analizar los ingresos diarios per cápita, las cifras muestran una situación aún más alarmante, especialmente en provincias como Chaco y La Rioja.
Además, la consultora Focus Market destaca que la brecha salarial se profundiza al considerar la media del ingreso por ocupación y la brecha con y sin descuento jubilatorio. Esto subraya la necesidad urgente de políticas que promuevan la equidad económica y el desarrollo sostenible en todas las regiones de Argentina.