Argentina da un paso importante en la lucha contra el cáncer de pulmón al introducir un nuevo tratamiento: el amivantamab, un anticuerpo monoclonal que ha mostrado eficacia en pacientes con una mutación específica dentro del subtipo de cáncer de pulmón conocido como “de células no pequeñas” (CPCNP) en estadio avanzado o metastásico.
Este avance representa un hito significativo para pacientes que previamente tenían limitadas opciones terapéuticas más allá de la quimioterapia estándar.
Diego Kaen, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), destacó la importancia de esta innovación, subrayando que ahora cada paciente tiene “una alternativa terapéutica” que antes no estaba disponible.
El amivantamab fue objeto de estudios clínicos, como el programa de investigación CHRYSALIS, que evaluó su seguridad y eficacia en pacientes con cáncer de pulmón que presentan una alteración genética en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) del tumor. Los resultados fueron prometedores, con una tasa de respuesta global del 37% y una mediana de supervivencia global de 23 meses, cifras sin precedentes para este tipo de tumor.
Este tratamiento innovador ha sido aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), así como por las autoridades regulatorias de Estados Unidos (FDA) y Europa (EMA), entre otros países. Su disponibilidad en Argentina ofrece una nueva esperanza para los pacientes afectados por esta enfermedad, que es uno de los tipos de cáncer más comunes y agresivos en el país.
El cáncer de pulmón plantea un desafío significativo para la salud pública en Argentina, con más de 12,000 nuevos casos detectados anualmente, según estimaciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC). Además, es una de las principales causas de mortalidad por cáncer en el país, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
Aunque el cáncer de pulmón puede no manifestar síntomas hasta etapas avanzadas, es importante estar atento a signos como tos persistente, tos con sangre, dolor de pecho, dificultades para respirar, fatiga constante y pérdida de peso involuntaria, que podrían indicar la presencia de la enfermedad y justificar una consulta médica con un especialista.