Argentina no solo capta la atención mundial por la figura del presidente Javier Milei y su plan económico, sino también por el potencial de sus recursos naturales. En las últimas semanas, varios bancos de Wall Street han puesto el foco en el crecimiento de las exportaciones energéticas y mineras, que podrían complementar el aporte histórico del agro y fortalecer la economía nacional.
Según JP Morgan, el país podría alcanzar un superávit comercial de hasta USD 55.000 millones para 2030 en un escenario optimista, lo que permitiría cubrir más de una vez el servicio de deuda externa anual hasta esa fecha y acumular reservas por USD 27.000 millones. Sin embargo, el informe advierte que estas proyecciones dependen de la eliminación de los controles cambiarios y de la implementación de reformas estructurales para atraer inversión extranjera.
El sector energético es considerado el principal motor de esta potencial expansión. Datos del Ministerio de Economía indican que en noviembre de 2024 la balanza comercial del sector registró un superávit de USD 4.800 millones, rompiendo con 14 años de déficit. YPF proyecta que para 2026 el superávit podría trepar a USD 12.500 millones, mientras que Morgan Stanley estima que para 2030 podría alcanzar los USD 20.000 millones, impulsado por mayores exportaciones de petróleo y gas.
Vaca Muerta ha reducido la dependencia de importaciones de gas en un 60% entre 2020 y 2024, según Morgan Stanley, y con la ampliación de la infraestructura de transporte, Argentina podría alcanzar la autosuficiencia energética en los próximos años. A esto se suma la expansión de la industria del litio, con Argentina posicionándose como un actor clave en el mercado internacional. JP Morgan proyecta que las exportaciones mineras podrían llegar a USD 18.000 millones en 2030, con un crecimiento del litio seis veces mayor al actual.
No obstante, los analistas advierten sobre desafíos clave. S&P Global destaca que la infraestructura en Vaca Muerta aún presenta limitaciones para maximizar el potencial exportador, mientras que Morgan Stanley señala que los controles cambiarios siguen siendo una barrera para la inversión extranjera. La eliminación de estas restricciones y la profundización de reformas estructurales serían determinantes para consolidar el crecimiento proyectado.
Argentina enfrenta una oportunidad única para transformar su economía y fortalecer su posición financiera global.