Catamarca sigue alineada con Nación, y ya se encamina a liquidar las elecciones primarias, decisión que Raúl Jalil dejó entrever hace mucho, pero que ahora pone en boca de los intendentes para ahorrarse reclamos. “Yo argentino, ellos lo piden”. Mirá vos.
Milei tampoco quiere las PASO, y ya mandó el proyecto para borrarlas del mapa, así que acá pasará lo mismo, y esas elecciones que buscaban imitar las primarias del modelo estadounidense, dejarán de existir después de 15 años.
Vamos a decirlo sin vueltas: las PASO no sirvieron para nada. Se quería terminar con las mesas chicas y la designación de candidatos a dedo, pero eso nunca pasó. Los pesos pesados de cada partido lo que hicieron fue definir los precandidatos en mesa chica y a dedo, así que la votación de las primarias era soberanamente una pérdida de tiempo.
Por ejemplo, las primarias en Catamarca sirvieron para que el peronismo y algún independiente decidieran en “elecciones abiertas, primarias, simultáneas y obligatorias” si la candidata a gobernadora iba a ser Lucía Corpacci o Lucía Corpacci, y en 2019 sirvieron para que el peronismo decidiera si el candidato a gobernador iba a ser Raúl Jalil o Raúl Jalil.
SI con las PASO se querían eliminar los acomodos, esperá sentado. Ahí estuvo la esposa del gobernador Jalil una y otra vez ubicada en el Congreso de la Nación, por nombrar un ejemplo. La torta se la siguieron repartiendo los mismos entre ellos, y dejaban para la gilada carguitos como las concejalías, que después también resolvían los mismos pesos pesados, simulando que todos competían y dándole apoyo y guita de verdad para campaña sólo al que ellos querían.
Capaz que el sistema era bueno, pero hecha la ley hecha la trampa, y acá al menos nunca funcionó. Sí lo usaron el año pasado los radicales, pero sólo para pasar vergüenza, porque metieron sus dos listas “competitivas” y los limpiaron en las PASO y en las generales, donde terminaron cuartos, cómodos y calentitos detrás del PJ, los libertarios y los votos en blanco.
En el medio, varios se hicieron millonarios imprimiendo boletas, afiches y todos esos curros de la política para manotear dinero público con la excusa de cuidar la democracia.
Buena iniciativa de Milei terminar con este circo, y por efecto dominó acá también se va a terminar.
A ver si esos miles de millones que se gastaban en organizar las elecciones antes de las elecciones se dedican a algo más útil, que buena falta que hace. Mientras tanto, a las PASO no las llora nadie, y menos que menos los votantes.