Un verdadero milagro se produjo por intercesión del intendente Guillermo Ferreyra en Fray Mamerto Esquiú, donde no hay plata para los empleados, pero los funcionarios recibieron un salariazo de más o menos 40.000 pesos.
Un grupo de expertos en economía divina está investigando el fenómeno presupuestario, pero todo indica que se trata de un hecho sobrenatural, atribuido a los poderes celestiales del inmaculado Guillito.
Los funcionarios del municipio ya adoran al pequeño mandamás, quien con su obrar llenó de dicha y gozo los bolsillos de sus militantes más creyentes.
Los herejes de ATE se niegan a reconocer la maravilla obrada por el Guillo, porque para la planta de empleados apenas se observó un incremento de 1.500 pesitos (alcanza para siete paquetes de cigarrillos), que se rejuntó con otro puchito para dibujar un 21 por ciento de aumento, aunque en los hechos fue del 11 por ciento. Para ellos no hay milagro, pero bueno, los escépticos no saben ver la belleza.
El secretario general de ATE, Ricardo Arévalo, cual iconoclasta, denuncia que “los funcionarios de su gobierno que cobraban $ 73 mil pasaron a cobrar $ 110 mil y en el caso de los directores, de 45 mil a 75 mil. Superaron el aumento de 40 mil y lo hicieron con la picardía de pagarlo en junio para que tenga incidencia en el aguinaldo”.
¡Oh… algunos a todo le quieren encontrar el lado malo! En vez de ver el milagro del aumento, se quejan porque a los empleados no les tocó. Siempre viendo el vaso medio vacío.
Los concejales también fueron bendecidos, y ya están cobrando más o menos 90 lucas cada uno, lo mínimo como para hacer frente a la pandemia y poder seguir con su dura misión de hacer ordenanzas. ¡Aprendan a sacrificarse médicos, enfermos, policías, maestros! ¡Aprendan que no todos tienen vida fácil como ustedes! ¡Los queremos ver legislando y legislando sin parar!
Consultado por este incremento sobrenatural para sus discípulos de la función pública, el buen Guillito dijo que no se acordaba qué porcentaje de aumento les dio (¡no se acordaba! Y bueno, no se pueden retener tantos datos en la memoria, tampoco es una computadora el chiquilín).
Lo que sí juró Ferreyra fue que se merecen ese aumentito porque “nuestros funcionarios trabajan todo el día y si van a FME, los ves todo el día trabajando”, y hasta se quejó porque “estuvieron seis meses postergados”.
Pobres funcionarios, seis meses postergados… ¿hasta cuándo vamos a aguantar la desigualdad social? Todos gozando y bailando en una pata, y los pobres funcionarios postergados, dele trabajar y trabajar todo el día.
La presidenta del Concejo Deliberante, Susana Acosta, confirmó el aumento, sorprendida como todos por el milagro. Dijo que no sabía nada y que “se encontró con el aumento en el cajero”. Bien ahí… Para vos Julián Weich, esto es mejor que Sorpresa y Media.
Y bueno, así son las cosas, 40.000 de aumento para los funcionarios del Guillo, 1.500 para los empleaduchos.
Si no les gusta… ¡armen su partido y ganen las elecciones! En definitiva, todo es cuestión de fe.