El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, arribará este lunes a Buenos Aires en una visita relámpago con gran peso simbólico y práctico. La llegada del alto funcionario de la administración de Donald Trump —quinto en la línea de sucesión presidencial norteamericana— no es casual: se produce justo cuando el gobierno de Javier Milei pone en marcha su nuevo programa económico y tras el anuncio de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Además, se da en un contexto de alta tensión comercial global, provocado por el nuevo esquema arancelario impulsado por Washington.
La agenda de Bessent incluye un encuentro con el presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, previsto para las 11 de la mañana, seguido de un almuerzo con empresarios y CEOs de multinacionales en el Palacio Bosch, residencia del embajador de EE.UU. en Argentina. También se esperan reuniones privadas con integrantes del equipo económico argentino. La visita durará apenas 12 horas y no incluye otras paradas en la región: el funcionario regresará directamente a Washington.
Según fuentes con acceso a las negociaciones, uno de los temas más relevantes sería el estudio de una línea de crédito especial para Argentina, similar al respaldo que EE.UU. dio a México en 1995 y a Uruguay en 2002. El objetivo de ese posible préstamo sería cancelar el swap de monedas con China, que asciende a casi USD 18.000 millones y representa el 70% de las reservas brutas del país. Desde Washington señalan que reducir la influencia china en la región es una prioridad para la Casa Blanca.
La comitiva de Bessent podría incluir también a figuras influyentes del mundo financiero y político, como Robert Citrone —fundador del Grupo Discovery—, Matt Schlapp, presidente de CPAC, y Soledad Cedro, CEO de CPAC Argentina. Todos ellos forman parte del entramado de apoyo político y económico que se está tejiendo alrededor de la figura de Milei como aliado de Trump en América Latina.
Además del eventual financiamiento, se espera avanzar en acuerdos estratégicos en torno a los minerales críticos —como litio y tierras raras—, fundamentales para la industria tecnológica. No se descarta tampoco un anuncio comercial sobre aranceles reducidos para ciertos productos argentinos, aunque este punto es sensible por las negociaciones globales en curso.
La llegada de Bessent es, en definitiva, una fuerte señal de respaldo político y financiero de la administración Trump al gobierno de Javier Milei. También marca el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre ambos países, con promesas de apoyo económico, apertura comercial y cooperación estratégica.