El impacto del caso $LIBRA fue menor al esperado, pero la negociación con el FMI sigue en marcha

El viaje de la comitiva presidencial a Washington terminó con un sentimiento de alivio, ya que el escándalo generado por la difusión de la criptomoneda $LIBRA no tuvo el impacto esperado en las conversaciones. De hecho, según los funcionarios que acompañaron a Javier Milei, el tema ni siquiera fue tocado en las reuniones con el FMI, Elon Musk o la Casa Blanca. “Acá no provocó ningún impacto”, aseguraban.

Tampoco en Wall Street el asunto fue un tema relevante. Los inversores se mostraron más preocupados por la gobernabilidad del país, una preocupación que fue rápidamente despejada. La amenaza de un juicio político también se desvaneció pronto, sin siquiera llegar a conformarse una comisión investigadora en el Senado, a pesar del apoyo inicial del bloque kirchnerista en el Congreso.

Uno de los logros más destacables fue la suspensión de las PASO para este año, lo que no solo representa un ahorro, sino que también elimina una presión económica en el horizonte. Las primarias hubieran generado incertidumbre cambiaria desde julio, pero ahora el Gobierno tiene más tiempo para mostrar avances antes de los comicios.

Durante su estadía en Washington, Milei participó en una jornada organizada por Bank of America dedicada a la Argentina, en pleno corazón de Manhattan. En este evento participaron importantes actores del mercado, y el optimismo por la economía argentina fue palpable. Los inversores continúan apostando por el país, confiados en una recuperación económica sostenida y una desinflación clara, con un fuerte apoyo al presidente en las encuestas.

Sin embargo, las negociaciones con el FMI siguen siendo un tema clave. La titular del Fondo, Kristalina Georgieva, dejó en claro que las conversaciones continúan. Aunque hay consenso en que el acuerdo será alcanzado en el primer cuatrimestre de 2025, los plazos pueden alargarse algunas semanas más. En particular, el Gobierno argentino y el FMI siguen discutiendo el esquema cambiario, con la exigencia de flexibilizar el control sobre el mercado cambiario sin recurrir a una devaluación drástica.

En el corto plazo, Caputo ha indicado que se mantendrá el actual esquema cambiario, con una corrección gradual del tipo de cambio. Esta paz cambiaria será esencial para llegar a las elecciones de octubre sin mayores sobresaltos. Sin embargo, los obstáculos persisten, y las negociaciones podrían extenderse por más tiempo del deseado, lo que podría generar tensiones en los mercados.

El contexto internacional también representa una preocupación creciente para el Gobierno. La posible decisión de la Reserva Federal de no seguir bajando las tasas de interés en lo que resta de 2025 podría complicar aún más la situación. Las altas tasas de interés en Estados Unidos están afectando tanto a los activos de riesgo como a los emergentes, incluidos los mercados argentinos, que han visto un incremento en el riesgo país.