Desde que el Gobierno lanzó el programa de retiros voluntarios, invitando a la gente a cobrar sin trabajar hasta el día de la jubilación, muchos se entusiasmaron pensando en pasar los próximos años descansando en la casa o haciendo otras actividades, con la única tarea de ir al cajero una vez por mes.
Pero la euforia se va apagando cuando se conoce la letra chica del contrato, y son varios los gremialistas que salen a advertir a los agentes públicos, palabras más palabras menos, que no caigan en lo que consideran una trampa, un cuento del tío, casi una estafa.
¿Por qué? Porque no es solo que te pagan la mitad o un poco más, sino también que perdés aguinaldo de junio, aguinaldo de diciembre, vacaciones, adicionales, etc. También hay un engaña pichanga que el Gobierno largó de manera confusa, diciendo que se harán cargo de pagar los aportes jubilatorios y la AGAP, pero los sindicalistas salieron a avisar que esto es mentira.
Lo que explican es que cuando el Gobierno dice que va a pagar se refiere sólo al trámite, pero que los pagos se van a hacer con descuentos al pedacito de sueldo que te toca, así que el que calcula que si cobra 500.000 va a cobrar 250.000, se equivocaría, porque sobre esos 250.000 le van a sacar de movida un 20 por ciento más.
En resumen quieren que los empleados se vayan, y los quieren arreglar con chauchas y palitos, con otro punto a tener muy en cuenta: los que piensen en hacer un juicio para reclamar que se olviden, porque ya estarán considerados afuera de la Administración Pública y no podrán quejarse de nada ni pedir nada, y mucho menos podrán volver.
Los sindicatos están poniendo carteles rojos en todos lados “¡Pregunten!”, “Averigüen!”, “Asesórense”. En tiempos de estafas por todas partes, no vaya a ser que el mismo Gobierno te haga el “cuento del tío”. ¡Ojota!