La Junta de Libertad Condicional de Texas rechazó la solicitud de libertad de Yolanda Saldívar, condenada a cadena perpetua por el asesinato de Selena Quintanilla en 1995. El panel consideró que la ex presidenta del club de fans de la cantante sigue representando un riesgo para la seguridad pública.
“Tras una evaluación exhaustiva de toda la información disponible, que incluyó entrevistas confidenciales, el panel decidió denegar la libertad condicional a Yolanda Saldívar y fijar su próxima revisión para marzo de 2030”, informó la junta en un comunicado.
El documento también señala que el crimen cometido por Saldívar estuvo marcado por la “brutalidad, violencia y selección consciente de la vulnerabilidad de la víctima”, demostrando una “indiferencia consciente por la vida y la seguridad ajena”.
El asesinato de Selena Quintanilla
En 1994, la familia Quintanilla confió a Saldívar la dirección de las boutiques de Selena, tras haberla conocido como presidenta de su club de fans. Sin embargo, con el tiempo, comenzaron a surgir irregularidades en la administración del negocio, lo que generó desconfianza en el entorno de la cantante.
Las denuncias de empleados y fanáticos por malos tratos y desvío de dinero hicieron que Abraham Quintanilla, padre de Selena, investigara la situación. Descubrió que Saldívar había malversado más de 60.000 dólares mediante cheques falsificados y, tras mostrarle las pruebas a su hija, decidió despedirla y cortar todo vínculo con ella.
No obstante, Selena aún necesitaba recuperar documentos financieros clave para sus impuestos. El 31 de marzo de 1995, se reunió con Saldívar en un motel de Corpus Christi, Texas. En medio de una discusión, Saldívar sacó un revólver Taurus 85 calibre .38 y disparó a la cantante por la espalda mientras intentaba huir.
Selena, de 24 años, logró llegar hasta el lobby del hotel pidiendo ayuda, pero murió minutos después debido a la gran pérdida de sangre.
En una entrevista posterior con The Dallas Morning News, Saldívar admitió que su devoción por Selena se había convertido en una obsesión. Desde entonces, cumple su condena en la prisión Mountain View Unit, sin posibilidad de salir hasta al menos 2030.