Cuando empezó el infierno del coronavirus, científicos y laboratorios de todo el mundo dejaron muchos proyectos de lado para buscar una vacuna que pusiera freno a la nueva enfermedad, un misterio médico porque todavía no se conocen los reales efectos que provoca.
Los procesos para lanzar una nueva vacuna son larguísimos, se necesitan muchas pruebas y ensayos, muchos estudios, muchas aplicaciones previas antes de sacarlas al mercado, porque necesitan conocer qué efectos colaterales provocan y si pueden producir daños.
Con la urgencia y la expectativa mundial por vencer al coronavirus, esos tiempos se aceleraron a la velocidad de la luz. En diciembre de 2019 empezaron a circular noticias del nuevo virus, y en diciembre del 2020 ya se estaba trabajando en 200 vacunas diferentes.
Hubo temores, dudas, pero lo cierto es que las vacunas funcionan, y hay varias que ya se aplican con éxito en todo el mundo. Claro que hay nuevas cepas, nuevos virus si se quiere, y eso puede complicar las cosas, pero las vacunas son muy efectivas y ayudan a contener esta catarata de contagios y muerte, que en el mundo ya acumula más de 140 millones de contagiados y más de 3 millones de fallecidos.
Catamarca, con su pequeña población, también lo sufre: pasamos los 14.000 contagiados y padecimos casi 100 muertes. Por supuesto, la necesidad de vacunas es desesperante.
Hace un tiempo se liberó a las provincias para comprar vacunas, y acá todavía no se hizo. Ojo, no es fácil conseguirlas, es bien sabido. Pero uno de los argumentos que se dieron es que son muy caras. ¿Realmente son muy caras las vacunas? ¿Es una utopía pensar que todos los catamarqueños ya podrían estar vacunados?
Veamos: algunas de las vacunas más conocidas son la Johson & Johnson, Sputnik V, Sinopharm, Cansino, Sinovac, Oxford, Moderna, Pfizer, Biontech, Astrazeneca, etc… ¿y cuánto cuestan?
No todo este mundo está mercantilizado. Hay una tragedia mundial, y muchos laboratorios venden la vacuna sin buscar ganancias: sólo buscan cubrir los gastos de producción. Si hacer una dosis cuesta dos pesos, el precio de la vacuna es dos pesos.
Pero, ¿Catamarca tendría posibilidades de comprar, o es algo imposible?
Por los costos, claramente sí. Cómo conseguirlas y cómo aplicarlas son otra historia, pero el argumento del precio no es suficiente para justificar que acá sigamos a la espera de que Nación envíe.
Por poner un ejemplo sencillo, hace poco Catamarca compró un nuevo avión gastando –como compra directa- u$s 9.000.000.
Sí, nueve millones de dólares. ¿Para cuántas vacunas alcanzaba ese dinero?
Para 900.000 dosis de la Johnson & Johnson, que se vende a menos de 10 dólares (8 euros). En ese caso, alcanzaría para darle las dos dosis a toda la población de la provincia.
Alcanzaba también para 900.000 dosis de la Sputnik V, que también cuesta menos de 10 dólares.
Alcanzaba para 125.00 dosis de la Sinopharm, que es más cara y se vende a 72 dólares (60.4 euros), pero también alcanzaba para 2.250.000 millones de dosis de la Cansino, que se vende a 4 dólares (3.3 euros).
Con lo que se gastó en el avión alcanzaba para 300.000 dosis de Sinovac, 360.000 dosis de Moderna, 450.000 dosis de Pfizer, etc…
No desconocemos los problemas de logística, pero queda claro que plata sobra en la provincia para el tema vacunas. Porque el avión ya se compró y esa plata ya se malgastó, al igual que la reparación del estadio y tantos otros gastos inútiles. Pero queda un plazo fijo de 40 millones de dólares en el banco… así que fondos hay.
La Visión del Catucho