World Rugby confirmó que en 2025 se oficializarán una serie de nuevas reglas que han sido probadas con éxito en torneos como el Rugby Championship y la Pacific Nations Cup, con el objetivo de agilizar el juego y reducir las interrupciones.
Entre las principales modificaciones, se destaca la reducción del tiempo para patear conversiones y la exigencia de formar scrums y lineouts en un máximo de 30 segundos, lo que promete acelerar el desarrollo de los partidos.
Otros cambios incluyen ajustes en el uso del “mark” dentro de los 22 metros y la limitación a una única detención del maul, mejorando así la fluidez del juego. Asimismo, se implementarán medidas adicionales para proteger a los medioscrum en situaciones de rucks y mauls, asegurando mayor seguridad sin comprometer la continuidad del juego.
Las pruebas realizadas mostraron resultados alentadores. De acuerdo con World Rugby, el tiempo efectivo de juego aumentó en más de dos minutos por partido, mientras que la duración total de los encuentros se redujo al eliminar interrupciones innecesarias.
Uno de los aspectos más discutidos es la introducción de la tarjeta roja temporal, que permitirá a los equipos sustituir a un jugador expulsado después de 20 minutos, una medida que generó controversia durante su prueba en las ligas europeas.