El pasado domingo, después de seis días de intensas lluvias e inundaciones provocadas por la DANA en varias ciudades y pueblos de España, el presidente Pedro Sánchez y el rey Felipe VI visitaron la localidad de Paiporta para evaluar los daños. Su llegada, sin embargo, fue recibida con protestas; vecinos y familiares de las víctimas los increparon al grito de “asesinos” y lanzaron barro en señal de indignación.
Durante su recorrido, los mandatarios visitaron las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales, que arrasaron con viviendas y dejaron a comunidades enteras devastadas. El saldo de esta catástrofe supera las 200 personas fallecidas y aún se reportan miles de desaparecidos. Según las autoridades, las lluvias han alcanzado un promedio de más de 300 litros por metro cuadrado.
Las protestas de los vecinos expresaron el descontento de aquellos que sufrieron la pérdida de seres queridos, así como de quienes enfrentaron colapsos de carreteras, cortes de electricidad y problemas de telecomunicaciones. Muchos afectados también tuvieron que ser rescatados tras quedar atrapados en el temporal.
El malestar de la población radica en lo que consideran una mala planificación y una lenta respuesta de los servicios de emergencia. También criticaron la demora en la llegada del ejército y la policía para brindar ayuda. Además, la agencia de protección civil envió una alerta a los habitantes de las zonas afectadas cuando las inundaciones ya habían comenzado a causar estragos.
La DANA, o “Depresión Aislada en Niveles Altos” (también conocida como gota fría), es un fenómeno climático que provoca lluvias y vientos intensos. Se teme que el calentamiento del Mar Mediterráneo, vinculado al cambio climático, esté aumentando la frecuencia e intensidad de estos eventos.