Las ciudades estadounidenses de Nueva York y San Francisco declararon el estado de emergencia ante la disparada de casos de viruela del mono, donde en los últimos días se registraron 1.345 y 261 casos, respectivamente, mientras los funcionarios federales evalúan declarar la emergencia a nivel nacional.
La primera ciudad importante del país norteamericano en emitir la declaración fue San Francisco. Ahora, las autoridades aguardan para poder obtener la vacuna. Según lo explicado por la alcaldesa London Breed, se trata de una acción legal que permite a los departamentos de la ciudad movilizarse y coordinarse de manera más efectiva.
“Necesitamos estar preparados y esta declaración nos permitirá servir mejor a la ciudad”, dijo Grant Colfax, director de Salud local. Y añadió: “Nuestra respuesta al covid-19 nos ha enseñado que es imperativo que movilicemos los recursos de la ciudad”.
Nueva York recibió 60.000 dosis de la vacuna Jynneos
En Nueva York, la comisionada de Salud del estado, Mary T. Bassett, declaró una amenaza inminente para la salud pública. “Esta declaración significa que los departamentos de salud locales que participan en actividades de respuesta y prevención podrán acceder a reembolsos estatales adicionales, después de que se maximicen otras fuentes de financiación federales y estatales, para proteger a todos los neoyorquinos y, en última instancia, limitar la propagación de la viruela del mono en nuestras comunidades”, dijo en un comunicado.
Por ahora, el estado ha recibido más de 60.000 dosis de la vacuna Jynneos contra la viruela del mono, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
En Washington, el gobierno federal monitorea la respuesta al brote y la usará para considerar si declara una emergencia de salud pública. En concreto, Estados Unidos es el país con más casos reportados, registrando más de 5.000 infecciones hasta el viernes, pero Europa ha sido hasta ahora el epicentro.
“Todos los estadounidenses deberían ponerle atención a la viruela del mono. No es como el covid-19, pero es contagiosa, dolorosa y puede ser peligrosa”, señaló el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Xavier Becerra, en una conferencia de prensa. Hasta el momento, no se anunció ningún tipo de confinamiento.