Van a juicio los cuatro taxistas que agredieron a un chofer de UBER

El fiscal de Instrucción N°6 del Distrito Oeste, Facundo Barros Jorrat, finalizó la investigación y elevó a juicio la causa en la que Christian Alejandro Borgogno resultó víctima de una agresión por parte de cuatro hombres y de la sustracción de un objeto personal ocurrido el 1 de marzo de 2024.

Los elementos de prueba reunidos en el expediente —entre ellos actas de procedimiento e inspección ocular, la denuncia de la víctima, exámenes médicos y forenses, múltiples testimonios presenciales, actuaciones policiales, historia clínica, actas de secuestro, antecedentes de los imputados, informes socioambientales, pericias psiquiátricas, informes técnicos, pericia informática, planimetría y documentación fotográfica— permitieron al fiscal tener por acreditado el hecho investigado con el grado de probabilidad requerido para esta etapa procesal. Con esa base, formuló las imputaciones correspondientes.

En ese marco, imputó a Federico Gabriel Salguero, Walter Jesús Cannata y Carlos Alberto Gualquifil la supuesta comisión del delito de “lesiones leves”, en calidad de coautores. En tanto, a Ramón Alejandro Vielmetti se lo acusó por el delito de “hurto calamitoso”, en calidad de autor.

El hecho

Según la investigación, el 1 de marzo de 2024, alrededor de las 11:00, en la esquina de Río del Valle y Avenida Illia, Christian Alejandro Borgogno, chofer de Uber, se encontraba detenido cuando se presentó Carlos Alberto Gualquifil, quien comenzó a increparlo. En ese momento, se detuvo un Ford Focus blanco sobre Avenida Illia, del que descendieron Ramón Alejandro Vielmetti, César Gustavo Navarro, Walter Jesús Cannata y el propietario del vehículo, Federico Gabriel Salguero, todos choferes de taxis o remises.

Tras cruzar la avenida, los sujetos increparon nuevamente a Borgogno y lograron que cayera al suelo. De acuerdo con la acusación, Gualquifil le aplicó golpes de puño en la cabeza; Cannata le propinó una patada en la zona dorsal; Salguero le aplicó una patada en la región de las caderas; y finalmente, Gualquifil completó la agresión con otra patada en la espalda y un golpe de puño en el rostro, que le ocasionaron lesiones.

Durante el episodio, y en el contexto de la agresión, Ramón Alejandro Vielmetti se apoderó ilegítimamente de un reloj Garmin Fénix 3HR, retirándose luego del lugar con el objeto en su poder.