Patricia Nasutti sabe que el dolor nunca se irá. Y que en el día del cumpleaños 19 de su hija se hace más invasivo y desgarrador, porque afloran los recuerdos de todos los 26 de febrero que Úrsula Bahillo sopló las velitas y ella estuvo a su lado.
“El día anterior siempre nos preparábamos para recibir su cumple a las 00. Y el 26, sí o sí, le hacía una fiesta con chicas y chicos en nuestro negocio. Le alquilaba la banda que ella quería y el catering. Úrsula bailaba y se cantaba todo con el micrófono”, recuerda Patricia. Y continúa: “Mi hija era una nena muy sana, alegre, divertida y sin ningún tipo de adicción. Pero un asesino violador la agarró por la espalda, le dio 15 puñaladas y me la degolló”.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso tenía una medida de restricción perimetral que violó dos días antes del crimen. “El asesino le había dicho a mi hija que no iba a pasar su cumpleaños con mamá, papá, ni amigos”, revela Nasutti.
El miércoles, el peritaje a los celulares reveló que la joven fue engañada para ir al encuentro final con Matías Ezequiel Martínez, el policía bonaerense que está preso acusado del femicidio ocurrido el 8 de febrero. La prueba reveló que el imputado, de 25 años, le pidió a la víctima un encuentro “para aclarar algunas cosas”. Úrsula accedió y la terminó asesinando con un cuchillo de carnicero en los pastizales de un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de la localidad bonaerense de Rojas.
Este dato era de relevancia para la investigación, dado que el fiscal que instruye la causa, Sergio Terrón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín aguardaba establecer si el encuentro entre ambos había sido concertado de alguna manera, tal como finalmente ocurrió.
Martínez está detenido en la Alcaidía Penitenciaria de Junín acusado de “femicidio agravado por alevosía y ensañamiento” por el caso de Úrsula. Se espera que en los próximos días Terrón dicte la prisión preventiva para el imputado, que el lunes fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra Belén Miranda, una expareja.
“Yo sigo firme como un roble porque sé que la Justicia la tendré: la divina, la social y la de mis abogados”, confió Patricia, quien dejó un mensaje para Úrsula: “¡Jamás bajaré los brazos! Caminaremos de la mano hasta el final. ¡Mamá te ama! ¡Amor eterno! ¡Siempre juntas!”.