Universidad Nacional desnuda las grandes mentiras del boom del litio en Catamarca

La UNSAM es una universidad nacional, pública y gratuita creada en 1992. Más del 65% de sus recursos están destinados a las áreas de la ciencia y la tecnología y tiene alianzas con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), entre otros.

Entre sus logros figura la clonación de un bovino bitransgénico para la producción de leche similar a la humana. La UNSAM posee también una editorial propia (superando los 100 títulos publicados) y firmó más de 250 convenios con universidades extranjeras para el intercambio de estudiantes, docentes e investigadores.

Ubicada en el Partido de General San Martín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son palabra autorizada. La UNSAM publicó un trabajo donde analiza la realidad de los salares de la Puna, el boom del litio y la realidad de la gente, con durísimas referencias que incluyen a Catamarca.

Allí se cita el libro “Salares Andinos: Ecología de saberes por la protección de nuestros salares y humedales”, una obra publicada en diciembre por el Observatorio Plurinacional de Salares Andinos (OPSAL). A través de más de 200 páginas, esta publicación entrecruza historias de vida y experiencias en los territorios, a las que se suma el aporte de investigadores y profesionales de distintas disciplinas que desde hace años están trabajando en los salares andinos de la región. Se trata de una zona que abarca parte de la Argentina, Bolivia y Chile, y que es la principal reserva de litio en salmuera del mundo, lo que ha despertado el interés internacional en busca de ese recurso imprescindible para producir baterías para teléfonos celulares, dispositivos electrónicos y para la fabricación de vehículos eléctricos.

Aquí algunos párrafos:

* El “triángulo del litio” abarca parte de la Argentina, Bolivia y Chile, y es la principal reserva de litio en salmuera del mundo.

* La Argentina exporta carbonato de litio desde Catamarca, adonde la multinacional FMC MdA (ahora Livent Corporation) explota el Salar del Hombre Muerto desde mediados de los años 90; mientras que Jujuy lo declaró como un recurso estratégico para la provincia en 2011. Desde entonces, se potenciaron los proyectos de exploración (junto con la movilización de las comunidades de esa zona contra la minería del litio).

* Tal como lo describen Argento y Puente en uno de los capítulos de este libro, solo en los cuatro años de la gestión de Cambiemos se duplicaron los proyectos, que eran una veintena en 2016 y hoy son más de 50. Además, recuerdan que, según datos del Ministerio de Minería, en pleno macrismo se proyectaba exportar 145.000 toneladas de carbonato de litio en 2022, casi cinco veces más que las entre 30.000 y 40.000 toneladas que se exportan en la actualidad.

* “Lo paradójico del litio es que no hablamos de fracking ni de minería a cielo abierto, sino de un mineral que aparece como clave para la transición energética que efectivamente necesitamos. Se propone al litio como una salvación, pero como están las cosas hoy sería para la transición del norte global, pero no para la Argentina y muchísimo menos para los territorios, que van a sufrir los impactos de la minería”.

* “Un celular usa 0,2 gramos de litio, que es lo que usaríamos las personas de los pueblos y las ciudades, pero la gran cantidad de litio se des-tina a la producción de baterías para autos eléctricos, y un auto eléctrico usa 67 kilos”, ejemplifica Evelyn Vallejos, que es técnica en Gestión Ambiental Urbana y desde hace más de una década asesora a las comunidades originarias de la provincia de Catamarca. Vallejos advierte sobre las pérdidas ambientales irreparables que puede estar provocan-do la minería en los salares de esa provincia.

* “Antofagasta de la Sierra es el lugar más parecido a la tierra prehistórica, por sus condiciones climáticas. Allí se encuentran los microorganismos más parecidos a las primeras formas de vida en el planeta, como los estromatolitos en la laguna Diamantes. Que se destruya todo eso es muy doloroso”, dice Vallejos y advierte que Catamarca tiene la mayor concentración de volcanes de toda la Cordillera de los Andes, en los que hay minerales y tierras raras, pero lamenta que el 75% de ese territorio de la provincia ya se encuentra en manos de empresas mineras.

* Además, agrega que los salares son los mayores reguladores de dióxido de carbono: “Paradójicamente, se dice que se necesita la batería de litio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero para producirlas destruyen salares que absorben dióxido de carbono, además de que son muy sensibles y los podemos destruir rápidamente”, destaca la gestora.

* Uno de los argumentos para promover y avalar la exploración y explotación de la minería de litio en la Argentina es el potencial que presenta para las exportaciones y la oportunidad de desarrollo que esta actividad genera para el país y la región. Sin embargo, tras casi 30 años de minería instalada, Catamarca no solo es prueba de los impactos ambientales de esta actividad, sino que, además, es testigo de que esas ideas del derrame también son promesas inclumplidas.

* La explotación del litio es resistida por comunidades originarias por el impacto que tiene en recursos vitales para su subsistencia, como el agua.

* “El progreso es una gran mentira. En Antofagasta de la Sierra, la gente no tiene gas y solo tienen luz eléctrica durante cuatro horas diarias, mientras que la minera tiene luz, agua y gas, que traen de un gasoducto”, cuestiona Vallejos, y denuncia que, debido a la minería del litio, en esa zona se han secado una vega de 11 kilómetros y un río. Eso afecta directamente al desarrollo de la economía regional, basada en la cría de llamas y ovejas. “Las vegas son como un patrimonio de la humanidad porque desde hace miles de años los indígenas las van extendiendo y ampliando para tener más disponibilidad de comida y agua, pero todo esto se está atrofiando, y el impacto ambiental en la Puna puede ser casi irreversible. Hay una familia a la que se le murieron 900 animales por falta de agua”, dice la gestora y destaca la necesidad de generar políticas públicas que revaloricen y promuevan las actividades productivas locales. A pesar de eso, la empresa pretendía triplicar su producción abasteciéndose del agua del río Los Patos, pero la idea generó tanto malestar y movilizaciones sociales, durante 2018, que se vio obligada a frenar su ese proyecto.

* El año pasado, el surgimiento de la pandemia no ha hecho más que evidenciar las desigualdades existentes en estos territorios, en los que falta el agua y los servicios sanitarios son escasos. En contraste, a pocos días de que el gobierno decretara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en todo el país, la actividad minera fue declarada como una de las actividades “esenciales” (al igual que los servicios de salud y los proveedores de alimentos) y, por lo tanto, habilitada para funcionar. En Catamarca, casi el 70% de la población recibió el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que el Gobierno nacional distribuyó durante los primeros meses de la pandemia, lo que refleja el alto nivel de pobreza y desocupación de esa provincia.

¿Hay algún párrafo que se pueda desmentir? Sin comentarios.

La Visión del Catucho

1 COMENTARIO

  1. Lamentablemente esa es la realidad, en Fiambala se avanza con el proyecto con una licencia social armada entre gallos y media noche. La desinformación del impacto que puede tener esta explotación es total en la gente.

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