Una factoría cultural y económica

Habrá que esperar los números finales para certificarlo, pero la Fiesta del Poncho 2025 va camino a marcar cifras históricas en indicadores de convocatoria, impacto económico y promoción turística de la provincia. Y no, no es ironía ni un desvarío emocional causado por la emotividad del festejo popular. Es una percepción, quizás aún subjetiva y anticipada, pero basada en varios aspectos que marcan que el evento transita un desarrollo de enorme éxito.

 

Marcando una continuidad con los años precedentes, la actual edición de la Fiesta del Poncho muestra un ostensible crecimiento en varios niveles. Como viene ocurriendo año tras año, desde que la actual Ministra era secretaria de Cultura, la fiesta más importante de los catamarqueños vuelve a escalar de nivel, mostrando una evolución en infraestructura, tecnología, organización y, por supuesto, tamaño.

 

Resulta impactante recorrer el Predio Ferial (y alrededores) y encontrar que casi no queda rincón por colonizar, totalmente ocupado con espacios culturales, paseos, stands, áreas de comida, escenarios, música en vivo, lugares de descanso, juegos, luces, pantallas, sonido… Zonas que hace algunos años quedaban fuera del trazado de la feria y hoy apenas alcanzan para contener tantas propuestas. Puede parecer exagerado, pero solo con recorrerlo se puede comprobar. La Fiesta del Poncho creció tanto que hoy es casi inabarcable.

 

Igual de imponente es el despliegue del motor emprendedor, que deja ver en esta fiesta su tremenda potencia económica. Cientos (tal vez, hasta miles) de propuestas que ponen su energía y pasión para darle forma a una feria de dimensiones colosales. Artesanías, gastronomía, productores, zonas comerciales, servicios… Una esperanzadora postal de este músculo del entramado económico que hace su apuesta a la  Fiesta del Poncho porque reconoce en ella un enorme potencial.

 

Lo mismo sucede con grandes firmas comerciales y empresas del sector privado, que también participan, haciendo grandes aportes a su desarrollo, pero también certificando que la Fiesta del Poncho es un lugar que ofrece retornos de la inversión, con rentabilidad económica y un enorme impacto publicitario. El resultado de un gran trabajo de organización y planificación que ofrece una combinación perfecta entre las oportunidades para los pequeños emprendedores y escenarios atractivos para las empresas.

 

Tampoco se puede dejar fuera del encuadre toda actividad económica informal, que se escabulle de los registros oficiales pero que genera un inmenso movimiento comercial satélite que le da oportunidades a cientos de personas.

 

No se puede dejar de señalar, por lo complejo que es lograrlo, el crecimiento armónico del evento en todas sus dimensiones, donde la expansión fue acompañada de infraestructura, logística, tecnológica y comodidad. Las dimensiones que tomaron espacios como El Patio, con un escenario de nivel internacional, el Mercado Cultural, el patio de foodtrucks y ranchos y las nuevas carpas de exposiciones lo atestiguan, con su orden, estética y comodidad. Discutiendoles el protagonismo a los espacios tradicionales, como los pabellones o el escenario mayor.

 

 

 

Además, en un contexto de tanta discusión sobre la distribución de fondos federales, donde la Provincia acusa recortes y reclama recursos, podría hasta interpretarse como un acto de justicia que este evento de enorme importancia económica y de promoción turística se logre con el apoyo del CFI. Una gran inversión provincial apalancada por recursos federales.

 

Dentro de unos días, cuando todo haya terminado y se hagan las cuentas, los números darán un veredicto cuantitativo. Se podrá estimar y dimensionar objetivamente la cantidad de visitantes, las ventas, los asistentes a los espectáculos, la afluencia de turistas y el impacto económico. Una evaluación que, aunque seguramente deje cifras impactantes, se quedará corta en la estimación del rédito que estos 10 días dejarán para la provincia en términos de promoción turística.

 

Si el turismo es, como dicen, una industria sin chimeneas, la Fiesta del Poncho 2025 se convirtió en una gigantesca factoría con la potencia de la cultura, la tradición, los emprendedores y la producción.

El catucho