Cien millones de pesos para repartir, nada más y nada menos, es lo que contiene la Cajita Feliz que recibirán los ministros del Gobierno de Catamarca gracias al Decreto Acuerdo 138, alumbrado este año para terminar con las penurias y sufrimientos de estos servidores públicos.
El obsequio viene con una tarjetita muy amable que dice “Gastos de Gestión”, y para que el disfrute sea total no hace falta rendición de cuentas. Una belleza, realmente una belleza.
¿Te hacés un viajecito? Gastos de Gestión. ¿Vas a un restaurante con amigos? Gastos de Gestión. ¿Perfume para la secretaria? Gastos de Gestión. ¿Cambiás las gomas de la 4×4? Gastos de Gestión. ¿El nene quiere la Play 5? Gastos de Gestión. ¿Tu señora quiere un celular nuevo? Gastos de Gestión. ¿Querés armar el quincho en la finca? Gastos de Gestión. ¿Hay que tirarle unos pesos a ese sobrino inútil para que no se arme una pelea familiar? Gastos de Gestión. ¿Querés ir armando afiches para la campaña? Gastos de Gestión.
Todo puede ser… no hay rendición de cuentas. Nada de esa incomodidad de estar juntando facturas, guardando recibos, llenando planillas y explicando en qué gastaste. Ya no más salir corriendo a pedir comprobantes al comerciante amigo ni dibujar pasajes para justificar un faltante de 15 lucas. No señor: Gastos de Gestión.
Que en el Tribunal de Cuentas se vayan relajando, no hay nada que investigar: Gastos de Gestión. Ahora pueden ir adelantando trabajo y ya pasar a revisar la documentación de 1978 y 1979 (vienen algo atrasados pero con calma).
Cien millones, sí señores. Cien millones para que los ministros sobrevivan a esta crisis que tan duro les pega y puedan al menos comprar los cortes de carne en oferta.
“La gestión de los Ministros y Secretarios implica la cobertura de una universalidad de gastos que requieren ser resueltos con especial premura en razón de las operaciones funcionales de cada uno de ellos” explica el decreto… ¡premura! Esa es la palabra, una necesidad urgente, algo que no puede esperar. “No sé lo que quiero, pero lo quiero ya”, así, como decía Luca Prodan, son nuestros ministros.
Y los genios de las finanzas públicas descubrieron que para satisfacerlos “es necesario crear un fondo de gestión en la órbita de la Secretaría de Estado de Gabinete (…) otorgando un monto mensual quedando excluidos del régimen de rendición de cuentas”. Mirá vos… Desde 1821 que se declaró la autonomía de Catamarca y recién 200 años después se dan cuenta de que no se puede vivir ni gobernar a menos que haya un fondo libre de rendición de cuentas.
¿Cómo habrán hecho los miles de ministros que pasaron hasta aquí?
Esta locura representa 6 millones de regalo para cada ministro, para que hagan lo que quieran, un sobresueldo a cara descubierta, un bono que se autoregalan porque sí.
PD: Este año hay elecciones, ¿verdad?
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