En un nuevo cruce dialéctico tribunero, legisladores se volvieron a trenzar en un ida y vuelta mediático de acusaciones y provocaciones. Como los freestylers que improvisan prosas y rimas para mojarle la oreja a su oponente y causar la reacción del público, el diputado Juan Denett salió de desplegar la retórica contra su par opositor, Ruben Manzi. Fue en respuesta a declaraciones del dirigente de la Coalición Cívica, que había criticado al gobierno nacional por la negociación de vacunas.
“Es criminal dejar pasar la oportunidad de comprar vacunas”, abrió el duelo de provocaciones el diputado Manzi. La crítica apuntaba a que el Gobierno provincial, según el legislador de la CC, había dejado pasar una oportunidad de comprar vacunas alegando que “eran muy caras”. El legislador y médico relató cómo había conseguido el contacto para iniciar las negociaciones y que inmediatamente se lo había facilitado al Gobernador para que continúe la gestión.
“¿Qué es caro? Caro es tener que parar ahora toda la actividad económica, que los bares y los gimnasios se sigan fundiendo, que los comercios se sigan endeudando, que la gente se siga enfermando, que colapse el sistema público de salud, que el sistema privado esté con problemas para auxiliar en toda la situación (…) ¿En qué gasta el gobierno?”, cuestionó al enterarse que la negociación se había caído por el precio de la vacuna.
Las declaraciones del congresista conmovieron la hipersensibilidad de la bancada oficialista, desde donde automáticamente comenzaron a surgir las réplicas sobreactuadas de los legisladores que disimulan su improductividad con sus intervenciones en el debate mediático. En una competencia de quién es más ingenioso y picaresco, no dejan pasar la oportunidad de hacer su gracia y defender al Gobierno con ampulosidad y exagerada indignación.
Generalmente, de esos ida y vuelta, que circulan por canales públicos e informales, no surge nada productivo ni beneficioso para la ciudadanía. Solo chicanas y mensajes mordaces que no les interesa más que al mundillo político, que celebra esas respuestas según sus intereses de figurar ante los jefes y demostrar su locuacidad.
Pero en esta ocasión, muy de casualidad, surgió una propuesta que, aggiornandola un poco, podría ser muy provechosa para los intereses comunitarios. El autor fue el diputado provincial del Frente de Todos, Juan Denett. Y, haciéndole un pequeño ajuste, sería muy bien recibida por toda la sociedad.
En su defensa grandilocuente del Gobierno, con la que demuestra estirpe de obsecuencia, el legislador Denett acusó a Manzí de “poner palos en la rueda” y de “tener intereses económicos” en la compra de vacunas. Le reprochó “generar zozobra en la población” y, finalmente, lo desafió a que se “sume como voluntario (…) en la atención de pacientes con Covid-19”.
Excelente idea, que con un pequeño cambio en su formulación, sería un enorme aporte a la sociedad en un momento tan complejo. Justo cuando el Gobierno busca la venia del Poder Legislativo para aprobar un proyecto que le permita reasignar tareas a los empleados públicos, para afectarlos a tareas propias de la lucha contra el covid, la idea es maravillosa. Y una excelente oportunidad para que los legisladores muestren vocación de servicio.
Reformulando la propuesta de Denett, podría quedar algo así: “Sería interesante, tanto que “nos hacemos los” (en vez de “se hace el”) moralista y “nos situamos” (en vez de “se sitúa”) en un pedestal para criticar, que “nos sumemos” (en vez de “se sume”) como voluntario para aportar en los nosocomios de nuestra provincia en la atención de pacientes con Covid-19”.
Una brillante propuesta, que ampliandola a todos los legisladores, le daría al Gobierno más de 50 voluntarios con los que cubrir el déficit. Después de todo, trabajan 7 meses al año y cobran abultadas dietas. Un poco de voluntariado no les haría nada mal. Manzi y Denett de la mano. Y, detrás, todos los demás.