Tanto reclamamos el fin de la grieta, de las peleas encarnizadas y los odios en política, que al fin se nos dio. Hoy vemos salir un hermoso y esperanzador arcoiris de amor y paz entre oficialismo y oposición.
Que las traiciones no frenan la posibilidad de sumarse al gobierno es un maravilloso mensaje que los políticos reciben, sabiendo ahora que pueden jugar para el equipo que quieran y el oficialismo siempre los volverá a recibir.
Abeto Barrionuevo encarna el conmovedor mensaje del hijo pródigo, ese que anda por el mal camino, pero un día regresa y es recibido con besos y abrazos.
¿Se acuerdan de esa preciosa fábula? Escuchen chicos…
Abetito compitió con Susanita en la interna de Valle Viejo. Los dos decían que eran peronistas. Y los peronchos dicen: “El que gana conduce y el que pierde acompaña”. Noooo, no se rían chicos, es así, recuerden que es el partido de la lealtad.
Bueno, en la interna Susanita le ganó a Abetito, y Abetito se enojó pero no dijo nada. Se quedó en la cama disfrazado de abuelita y le dijo a Susanita que la iba a ayudar a ganar la intendencia al cazador Gallo.
Y cuando Susanita ganó, Abetito se sacó la máscara y se hizo amigo de los radicales, para que lo votaran como presidente del Concejo Deliberante y pelear con ellos contra Susanita. ¡Qué feo chicos! Eso no se hace.
Y todo el año de la pandemia Abetito le ponía palos en la rueda a Susanita, la chuzchaba y le daba tincazos. Malo malo. Entonces dijeron: “Vos no podés ser presidente del Concejo, tiene que ser un peronista”, y discutieron, discutieron. Al final ya había pasado un año y Abeto seguía ahí. Y se fue cuando quiso.
Entonces vino Pelusita y Abeto ya no molestó más a la peronista Susana.
¿Y dónde está Abeto?
¡En el gobierno peronista! Ya se acordó la letra de la marcha otra vez, y los compañeros le dieron un cargo alto alto en el Ministerio de Vivienda y juntos celebraron haciendo una ronda a su alrededor.
Abeto lloró de la emoción: “Ahora voy a tener caja para hacer campaña en Valle Viejo… Iuuupiiii!”.
Es así que el que traicionó al peronismo y luchó contra una intendenta peronista, se lleva el premio mayor del gobierno peronista. Porque al final todos nos queremos y compartimos nuestros sueños y nuestros índices.
Moraleja: No importa si te portás mal todo el año, el compañero Papá Noel igual te va a traer regalos… por algo se viste de rojo y blanco (tiene corazoncito radical).
