Un alud de ineficacia

Catamarca conoció el horror en la noche del 23 de enero de 2014, cuando un alud de barro, ramas y piedras gigantes cayó con furia desde el cerro y arrasó con parte de las localidades de El Rodeo en Ambato y Siján en Pomán.

El trágico saldo de 13 víctimas fatales, contando 11 fallecidos en El Rodeo, uno en Siján y una joven desaparecida, enlutó a la provincia y abrió heridas profundas en muchas familias destruidas por el desastre.

Cuando las lágrimas todavía no se habían secado, empezaron los pedidos de justicia, porque muchos familiares de las víctimas, sumados a vecinos de El Rodeo, aseguraron que la tragedia no fue un acto de la naturaleza, sino que se potenció por la intervención humana.

Hubo protestas, movilizaciones, conferencias de prensa y un dramático pedido para que se investigue: la teoría que sostenían era que un puente mal construido (o mal ubicado, para ser más exactos), desvió el caudal del río embravecido hacia la zona poblada, y que eso provocó la gran desgracia, porque si se hubiera respetado el cauce natural del río los daños hubieran sido mucho menores.

Se prometió investigar, como siempre, y al tiempo trece personas fueron imputadas por la tragedia. Nadie dice que sean asesinos, porque no lo son ni se los acusaba de eso, pero sí era necesario, como pedían los deudos, que se estableciera fehacientemente si habían tenido responsabilidad en los hechos.

El sistema de derecho vigente contempla esa situación: era necesario un juicio, y en esa instancia, con participación de técnicos especializados, exponer todos los detalles y llegar a la verdad.

Pero pasaron las semanas, los meses y los años. Como siempre, hubo idas y vueltas, marchas y contramarchas. Y el reclamo de los familiares se fue apagando ante la indiferencia general.

Al cabo, rumbo a los ocho años de la tragedia, la Cámara de Apelaciones de Catamarca resolvió dejar firme el sobreseimiento de 11 de los 13 imputados en la causa que investiga el trágico alud. De todos los imputados, solo dos, el exintendente y el exjefe de Defensa Civil, serán juzgados. Para el resto, aquí no ha pasado nada.

La resolución de la Cámara que integran los jueces Patricia Olmi, Marcelo Soria y Jorge Palacios señala que el exintendente de El Rodeo, Félix Casas Doering, y el exjefe de Defensa Civil, Alfredo Saavedra, tendrán que afrontar un juicio oral.

Ya no hay nada que preguntarles, al parecer Eduardo Brizuela del Moral, Néstor Rosales, Jorge Solá Jais, Luis Alejandro Dal Bon, Elías del Señor Seleme, Hugo César Zurita, Miguel Angel Villafáñez, José Alberto Argañaraz, Daniel Alejandro Acuñay Juan Negui. El restante era Luis Alfredo Pinetta, ya fallecido.

Los querellantes están decepcionados y defraudados, pero no sorprendidos. Sienten que los jueces actúan como abogados defensores, y señalan que en la causa se dio lugar a toda clase de informes, contradictorios entre ellos, con lo cual cualquier cosa podía decidirse.

¿Habrá influido en este fallo el hecho de que aparezcan tantos nombres bien relacionados en la lista? ¿Hubiera sido igual la decisión si los imputados eran Juan Pérez y José Gómez?

Catamarca conoció el horror. Y ahora teme que vuelva la impunidad, un desastre que ya conoce muy bien, porque es moneda corriente.

Ocho años de espera sin respuestas y para llegar a este presente, lo demuestran en esta causa.

La visión del catucho

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