En la jornada del viernes, un ataque perpetrado por hombres armados en un auditorio municipal en Crocus, al noroeste de Moscú, ha conmocionado a Rusia y al mundo entero. El incidente ha dejado al menos 133 personas muertas y más de 140 heridas, según informes proporcionados por los servicios de seguridad rusos.
Según relatos de testigos presenciales, cinco individuos ataviados con trajes de camuflaje irrumpieron en el auditorio, desatando un caos de violencia sin precedentes. El ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, ha confirmado que 115 heridos están siendo tratados en instalaciones médicas, de los cuales 60 se encuentran en estado crítico, incluyendo lamentablemente a cinco menores de edad.
Las autoridades encargadas de la investigación han expresado su preocupación por el incremento del número de víctimas mortales a medida que avanzan las labores de rescate y atención médica. El comité de investigación responsable del caso ha indicado que más de 60 personas perdieron la vida en este ataque terrorista, aunque advierten que esta cifra podría aumentar conforme se profundice en la investigación.
El escenario del crimen mostraba escenas dantescas, con un incendio devorando el techo del auditorio, sumiendo el lugar en una nube de humo y polvo. En el momento del ataque, el recinto albergaba aproximadamente a 6.200 personas, que habían acudido a disfrutar de un concierto del reconocido grupo de rock ruso Picnic.
Mientras tanto, las autoridades rusas han desplegado un operativo de búsqueda para capturar a los responsables del ataque. Aunque el presidente Vladimir Putin no ha emitido ningún comentario oficial, se informa que está al tanto de la situación en desarrollo.
Hasta el momento, once personas han sido detenidas en conexión con el incidente, incluyendo a cuatro individuos directamente implicados en el asalto, según informes proporcionados al presidente ruso por el jefe de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades rusas han calificado el incidente como un “ataque terrorista”, y han solicitado la condena internacional ante lo que han descrito como un “crimen monstruoso”.
Las redes sociales se inundaron rápidamente con imágenes impactantes del ataque, aunque aún no han sido verificadas de manera independiente. Entre los relatos de los testigos se describen escenas de horror y caos, con personas buscando desesperadamente refugio mientras los disparos resonaban en el recinto.
Este ataque se produce en un contexto de tensiones crecientes en Moscú, con previas advertencias de posibles acciones extremistas. A principios de marzo, la embajada de Estados Unidos en Rusia alertó sobre planes inminentes de ataques en la capital por parte de grupos extremistas.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha anunciado recientemente haber frustrado planes de atentado por parte del grupo Estado Islámico en la capital, lo que destaca la persistente amenaza del terrorismo en la región.
