Las intensas tormentas y los vientos violentos que azotaron el sur de Estados Unidos durante la noche del sábado y la mañana del domingo han dejado un saldo lamentable de al menos 14 personas fallecidas en los estados de Texas, Arkansas y Oklahoma.
Las autoridades se vieron enfrentadas a una tarea titánica el domingo, con casas destrozadas, vehículos dañados y calles desoladas por el impacto del temporal en el sur del país. Texas se llevó la peor parte, con un tornado que arrasó una zona rural cercana a un parque de casas móviles, cobrando la vida de siete personas.
En Arkansas, cinco personas perdieron la vida en distintas circunstancias debido al clima severo, mientras que en el condado de Mayes, Oklahoma, dos personas más encontraron la muerte. Además de las vidas perdidas, decenas de miles de residentes se vieron afectados por cortes en el suministro eléctrico, dejándolos sin luz hasta la tarde del domingo.
Estos acontecimientos son solo un ejemplo de las consecuencias devastadoras de las tormentas extremas que golpean el país este mes de mayo, una preocupante señal de la crisis climática global. La semana pasada, en Iowa, una serie de tornados cobró la vida de cinco personas y dejó a muchas más heridas, sumándose a semanas de clima severo que han castigado al sur del país de diversas maneras.
