El devastador accidente del vuelo 171 de Air India, ocurrido el pasado 12 de junio y que provocó la muerte de 260 personas, ha tomado un giro inesperado tras la publicación del informe preliminar por parte de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India (AAIB). El documento apunta a una posible intervención humana como factor determinante en el siniestro: la desconexión del suministro de combustible en plena fase inicial del vuelo.
Según la AAIB, ambos interruptores de control de combustible del Boeing 787-8 fueron accionados de la posición “run” (marcha) a “cutoff” (corte) pocos minutos después del despegue. Esta acción, sumamente crítica, generó una pérdida total de empuje en los dos motores GE GEnx-1B, un escenario extremadamente raro en condiciones normales de vuelo.
La grabación de la cabina reveló un diálogo clave entre los pilotos. Uno de ellos pregunta sorprendido: “¿Por qué desconectaste el combustible?”, a lo que el otro responde: “Yo no lo hice.” El informe no identifica quién dijo qué, pero confirma que el copiloto estaba al mando mientras el comandante supervisaba la operación.
Los interruptores fueron devueltos rápidamente a su posición normal, lo que activó el sistema automático de reencendido de los motores. Uno de ellos comenzó a recuperar potencia justo antes del impacto, mientras que el otro no alcanzó a responder a tiempo. La recuperación fue insuficiente, y el avión se estrelló sin que hubiera sobrevivientes.
La investigación no encontró evidencia de fallas mecánicas ni de diseño en la aeronave ni en sus motores. “No hay acciones recomendadas para operadores o fabricantes del B787-8”, señala el informe, indicando que el avión funcionaba correctamente. Tampoco se registró ninguna emergencia declarada que justificara un corte de combustible, procedimiento reservado exclusivamente para situaciones extremas o al final del vuelo.
Uno de los aspectos más inquietantes es que los interruptores de combustible están diseñados con múltiples mecanismos de seguridad: requieren levantar una palanca de bloqueo y están protegidos por una carcasa rígida. Según Graham Braithwaite, director del Departamento Aeroespacial de la Universidad de Cranfield, “no pueden ser activados accidentalmente ni con una sola mano. El movimiento debe ser deliberado”.
Otro investigador internacional, basado en Canadá, respaldó esta visión y consideró que accionar simultáneamente ambos interruptores implica una acción intencional, difícilmente atribuible a error o descuido.
La AAIB subrayó que la investigación continúa en fase inicial. Los próximos pasos incluirán un análisis detallado de las grabadoras de vuelo (CVR y FDR), una evaluación técnica de los componentes clave, estudios sobre el combustible y autopsias de los tripulantes y pasajeros.