Los jardines maternales se unieron para solicitar ayuda para “sobrevivir” a la fase roja dispuesta por el ejecutivo provincial y piden ser declarados trabajadores esenciales.
Propietarios de una decena de jardines maternales pidieron ser escuchados por el Gobierno para no tener que cerrar definitivamente sus puertas y conservar las fuentes laborales. La situación, según indicaron, es crítica porque son instituciones privadas que dependen únicamente de las cuotas.
“Cumplimos con el decreto presidencial y provincial, cerramos nuestras salas, pero no recibimos subsidios de ningún estamento del Estado nacional, provincial o municipal (…) Queremos defender la fuente de trabajo de muchas familias que dependen de nosotros”, señalaron.