Tomando distancia

A nadie le pasó desapercibida la postura del intendente capitalino Gustavo Saadi, quien parece decidido a tomar distancia del desastre de Raúl Jalil en el gobierno, y ya comienza a hacer públicas sus diferencias.

Mientras el gobernador intentó atropellar los derechos docentes y se despachó con un decretazo que hizo movilizar a miles de profesoras, profesores, maestras y maestros, obligándolo a dar marcha atrás como nunca antes, el lord capitalino le tiró una declaración tremenda al gobernador.

“La mejor inversión que se puede hacer es en las infancias y en la educación”, recordó Saadi, y la remató con un letal reclamo de que “los docentes sean valorados, escuchados, respetados y acompañados”. Tomá pa’ vo.

Un mensaje durísimo en el peor momento de Jalil, pero que no es gratis ni se trata de palabras oportunistas.

Saadi no sólo dice que prioriza la educación: lo viene haciendo desde que asumió. Sólo hay que remitirse a los hechos: en casi seis años de gestión, la Capital no perdió un solo día de clase por paros, las escuelas municipales son un lujo de tecnología, con pizarras digitales, aire acondicionado, apoyo a los alumnos, maestras exclusivas para acompañar en el aula a chicos con alguna necesidad especial, clases de inglés gratis con exámenes que toman profesores de Cambridge, actividades extracurriculares: mejor que cualquier escuela privada.

Y además metió el Nodo Tecnológico con enseñanza gratis de computación, robótica, programación… ¡todo gratis!

Entonces, cuando habla de priorizar la educación tiene autoridad para hacerlo, y seguramente al ver 20.000 docentes en la calle se sintió más del lado de los docentes que del gobierno.

Saadi no lo nombró a Jalil, ni falta que hacía: el mensaje quedó claro. Y puede ser una primera señal. A estar atentos.

El catucho