Un adolescente y una mujer murieron cuando un joven armado irrumpió en una secundaria. El atacante murió en el intercambio de disparos.
La Policía, que respondió a una llamada de emergencia sobre un “tirador activo”, llegó al lugar “en un par de minutos” e intercambió disparos con el agresor, que fue alcanzado por las balas y murió, agregó Sack, informó la agencia de noticias AFP. La dramática situación obligó a los estudiantes a trabar las puertas de las aulas, y colocarse algunos en las esquinas de las aulas, saltar por las ventanas y salir corriendo del edificio en busca de seguridad, dijeron testigos.
Los tiroteos, en especial en los establecimientos escolares, son un flagelo en Estados Unidos. En mayo, un adolescente mató a 19 estudiantes y dos docentes en una escuela primaria de la localidad de Uvalde, en Texas, en uno de los hechos de este tipo más letales de los últimos años.
En este contexto, en el Congreso se han debatido proyectos para limitar a posesión de armas de fuego, pero todos han naufragado por la oposición mayoritaria del Partido Republicano, ahora en la oposición. En junio pasado, la Corte Suprema ratificó el derecho a portar armas en público, pese a que Estados Unidos lidia con un aumento de los delitos con armas de fuego, especialmente tiroteos masivos en centros de enseñanza.
Biden, cuyo Partido Demócrata defenderá el control del Congreso en elecciones legislativas el 8 de noviembre próximo, se declaró “profundamente decepcionado” por la decisión de la Corte, que, según dijo, “contradice tanto el sentido común como la Constitución”.
También este jueves, un adolescente estadounidense que el año pasado mató a cuatro estudiantes en su escuela secundaria del estado de Michigan con un arma que le regalaron sus padres, se declaró culpable de homicidio y terrorismo. Ethan Crumbley tenía 15 años en el momento de los hechos, el 30 de noviembre de 2021, pero está acusado en calidad de adulto y podría ser condenado a cadena perpetua.