Israel lanzó un ataque aéreo sobre el sur del Líbano luego de que se dispararan cohetes desde territorio libanés hacia el norte israelí. Este episodio representa la mayor escalada de violencia entre ambos países desde el alto el fuego acordado en noviembre.
El Ejército israelí había advertido que respondería “severamente” a los ataques, luego de que varios cohetes fueran interceptados en la ciudad de Metula. En respuesta, las fuerzas israelíes bombardearon objetivos en Yahmar, una localidad en el sur del Líbano, donde, según el Ministerio de Salud libanés, al menos dos personas murieron y otras tres resultaron heridas.
Desde el alto el fuego, que incluyó la liberación de rehenes y prisioneros, se había pactado la retirada de las tropas israelíes de territorio libanés antes de enero. Sin embargo, Israel ha mantenido presencia en cinco puntos estratégicos y ha realizado múltiples ataques en el sur y este del Líbano.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respaldó la ofensiva y ordenó actuar contra “decenas de objetivos” en territorio libanés. “Israel no permitirá ningún daño a sus ciudadanos ni a su soberanía”, afirmó en un comunicado oficial.