El Hospital Garrahan anunció este fin de semana un aumento unilateral para sus médicos residentes, con el que sus ingresos ascenderán a aproximadamente $1.300.000 desde el 1 de julio. Sin embargo, la medida fue duramente cuestionada por los gremios del hospital, que advirtieron que la actualización salarial excluye a más del 90% de los trabajadores, incluyendo médicos de planta, técnicos, enfermeros y personal administrativo.
“El anuncio no resuelve el conflicto, lo agrava. Deja afuera a casi toda la planta del hospital”, alertaron desde ATE, que convocó a una asamblea general este martes a las 13:00 para definir posibles medidas de fuerza, como paros y movilizaciones.
Desde los sindicatos señalaron que el Gobierno intenta mostrar una concesión parcial tras haber intentado declarar ilegales las huelgas. “Hace unos días querían prohibirlas por decreto. Ahora, una huelga indefinida los obliga a recular, pero solo para un grupo reducido y sin negociaciones formales”, denunciaron.
Además, remarcaron que los residentes —al no estar sindicalizados— no están alcanzados por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Capital Humano, lo que deja al resto del personal sin ninguna mejora. Mientras tanto, la Secretaría de Trabajo aún no convocó a una audiencia formal con los profesionales del hospital.
— Hospital Garrahan (@HospGarrahan) June 1, 2025
El Ministerio de Salud, por su parte, advirtió que descontará los días no trabajados y endurecerá los controles de presentismo. “Cinco faltas acumuladas implican automáticamente la desafectación, como ocurre con cualquier empleado público”, señalaron. También indicaron que los residentes podrían desaprobar sus residencias si se suman a las medidas de fuerza.
En respuesta, los médicos denunciaron una campaña de desinformación: “Loccisano, Adorni y hasta el presidente Milei mintieron sobre la cantidad real de trabajadores, inflando cifras para hablar de ñoquis que, si existen, son de ellos. Desde diciembre, la gestión del hospital está bajo su control total”.
Y cerraron: “La lucha no es entre residentes y planta. Tenemos que estar todos juntos, sin distinciones, para defender nuestra salud pública y nuestros derechos laborales”.