La escalada inflacionaria, que ya roza el 140% a nivel interanual, repercute tanto en la suba de la tasa de interés para las compras en cuotas como en el costo del refinanciamiento de los saldos. En este contexto, a partir de noviembre se encarecerá el financiamiento con tarjeta de crédito y pagar el mínimo tendrá un costo muy elevado.
La decisión fue reglamentada en el Boletín Oficial en la Comunicación “A” 7862/2023, a raíz de una inflación de dos dígitos por segundo mes consecutivo, 12,4% en agosto y 12,7% en septiembre. La refinanciación de la tarjeta de crédito subirá del 107% al 122% nominal anual (TNA), porcentaje que aplica a importes menores a $200.000 o u$s200. Sin embargo, el Costo Financiero Total (CFT), lo que finalmente vendrá en el resumen, se ubicará en torno al 302,8% aproximadamente.
Para los consumos que superan los $200.000 o u$s200, la tasa aplicada se adhiere a la regulación por Ley de Tarjetas de Crédito. Los intereses aplicados no podrán superar el 25% de la tasa que las entidades financieras apliquen a préstamos personales. Es por eso que el CFT dependerá de cada banco, siendo más costoso el financiamiento en entidades privadas en comparación a las públicas.