Tanto gre gre para decir Gregorio

El peronismo llevará en este 2023 la misma oferta electoral que en 2019, con la fórmula Jalil-Dusso y Gustavo Saadi en Capital.

Fue la salida más elegante que encontró el oficialismo en medio de una negociación feroz, donde hubo gritos, insultos, portazos y llantos, con el intendente capitalino como vedette en la recta final.

Gustavo amenazó hasta último momento con bajarse del barco y dejar solo a Jalil, y aunque lo presionaron de todos lados para que aflojara, se mantuvo firma y no cedió ante el gobernador que buscará la reelección.

Fueron momentos de máxima tensión porque Jalil finalmente entendió que la cosa iba en serio, y todos se dieron cuenta de que si no había arreglo era como entregar la elección: Lucía Corpacci no estará en las boletas y si Gustavo se bajaba… ¿quién iba a sumar votos? ¿Jalil? Era un “suicidio” político.

Mientras tanto se manejaron otras posibilidades, como poner en Capital al “Pocho” Fidel Sáenz, al “Cheto” Gustavo Aguirre o al corpacista Armando López Rodríguez, pero el temor de que se viniera toda la estantería abajo era serio.

El sábado hubo peleas y discusiones de la mañana a la noche. El plazo para presentar las candidaturas vencía a las 24, y a las 23 todavía no había humo blanco. Hubo escenas de desesperación, sobre todo en el funcionarato que veía peligrar su fuente de ingresos.

Empezó el show del toma y daca, quiero más diputados míos en la lista, quiera tal y cual ministerio, y al final, sobre la hora, firmaron todos.

“Transpiramos más que en un sauna y eso que es invierno”, confesó uno de los más cercanos a la negociación, que pasó por varios lugares entre públicos y privados.

Dicen que Jalil festejó como un gol. La gente de Saadi no tanto, porque se había tomado en serio el “Gustavo 23”. Dusso bailaba en una pata.

A Nóblega, que le habían prometido la vicegobernación, le dejaron una banca en el Congreso, nada mal como premio consuelo.

Para la Legislatura, la lista de diputados es casi un mix entre dirigentes que responden a Corpacci y Saadi con Paola Fedeli, Armando López Rodríguez, Hugo Corpacci, Josefina Herr y Cynthia Gambarella en lugares seguros.

A Cecilia Guerrero la bajaron de la presidencia al retiro: nada de nada. Alguna cabeza tenía que rodar por el escándalo de Rojitas y el jury. Ella se ocupó que no fuera la cabeza de Palacios, entonces rodó la suya.

Ahora empieza la campaña. Ojo que quedaron varios despechados y hay enojo. La oposición se entusiasma. El oficialismo repite la apuesta que le dio resultado en 2019. Hagan juego, señores.

La visión del catucho 

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