La investigación de las explosiones ocurridas a fines de septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que conectan Rusia con Alemania bajo el mar Báltico y proveen el fluido a Europa, confirmó que en ambos casos hubo sabotajes, informó este viernes el Servicio de Seguridad de Suecia.
La información fue bienvenida por el Kremlin, que dijo en una declaración de este mediodía que “se ha confirmado” la sospecha que Rusia siempre tuvo al momento de evaluar las explosiones.
“El Servicio de Seguridad de Suecia está trabajando intensivamente en la investigación de las detonaciones en las cañerías del Nord Stream 1 y 2. La investigación muestra que las cañerías fueron sometidas a un burdo sabotaje”, afirmó el organismo en un comunicado de prensa.
La Fiscalía General rusa, en tanto, abrió una investigación por “terrorismo internacional”, y el gobierno de Vladimir Putin exhortó a identificar a los responsables de las explosiones.
Para el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, “se ha corroborado una vez más la información que tenía la parte rusa”. “Es muy importante no parar en ello, muy importante encontrar a los que están detrás de esas explosiones”.
Preguntado por las perspectivas de reparación de las cañerías, Peskov sugirió “armarse de paciencia” y “esperar a que finalice la evaluación de los daños”.