En un emocionante partido en el Stade de France, el equipo nacional de Sudáfrica logró una victoria clave al vencer a Nueva Zelanda por un ajustado marcador de 12 a 11, asegurando su cuarta consagración en el Mundial de Rugby y su primer bicampeonato desde su triunfo en Japón en 2019. Este logro histórico sitúa a Sudáfrica como el equipo más exitoso en la historia del torneo, superando a los icónicos All Blacks.
Los primeros minutos del partido resultaron cruciales para el equipo de los Springboks, ya que aprovecharon con éxito los tiros a puerta, especialmente después de la expulsión de Samuel Cane y la tarjeta amarilla otorgada a Shannon Frizel, lo que les permitió tomar una ventaja temprana.
Manteniendo una defensa impenetrable, el equipo sudafricano logró conservar su ventaja durante la primera mitad del partido. Sin embargo, en la segunda mitad, las cosas se complicaron. Alrededor del minuto 60, el marcador reflejaba un ajustado 12-11, que se mantuvo hasta el final del juego debido a la falta de efectividad de los All Blacks en los tiros a puerta.