El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene previsto viajar a Washington en un plazo de 10 días para cerrar las negociaciones y readecuar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto permitiría a Argentina recibir adelantos de desembolsos y establecer nuevas metas a cumplir, especialmente después del impacto de la sequía en las exportaciones del sector agropecuario.
Las conversaciones entre el equipo económico argentino y los funcionarios técnicos del FMI han estado en curso durante casi dos meses, a través de reuniones virtuales. Durante estas reuniones se está trabajando en definir cómo se modificará el antiguo acuerdo, que prácticamente quedó suspendido después de no cumplirse las metas de reservas y fiscales en el primer trimestre.
El objetivo del Ministerio de Economía es obtener un adelanto de al menos una parte de los desembolsos comprometidos por el FMI hasta fin de año, que ascienden a unos 10.600 millones de dólares. Esto proporcionaría un alivio a las reservas en un año en el que se estima una caída de alrededor de 20.000 millones de dólares en las exportaciones del complejo agropecuario, según proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Funcionarios del FMI señalaron anteriormente que las negociaciones se centran en “formas de fortalecer el programa y garantizar la estabilidad en vista de la grave sequía”. También mencionaron que se están considerando medidas para “mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas”, ambas fundamentales para reducir la inflación y proteger a los sectores más vulnerables.
El ministro de Economía, Sergio Massa, destacó a principios de mayo que “todo está sobre la mesa” en las discusiones con el FMI y enfatizó que es fundamental que el Banco Central tenga capacidad de intervención en el mercado para reducir la volatilidad del precio de los bonos en dólares. Massa mencionó que el impacto de la sequía ha cambiado el panorama económico esperado para fines de 2022 y es clave reformular el programa de desembolsos y modificar las metas acordadas en marzo de 2022.
El objetivo del equipo económico es lograr, sin necesidad de un nuevo programa que requiera la aprobación del Congreso argentino y del Directorio del FMI, que el organismo adelante al menos los desembolsos previstos para la segunda mitad del año, por un monto de aproximadamente 10.600 millones de dólares.
“En años electorales en Argentina, siempre se produce una dolarización de carteras debido a la sensación de incertidumbre. Queremos que el Banco Central tenga capacidad de intervención, no para distorsionar los mercados, sino para generar certeza y tranquilidad en momentos en que la incertidumbre política pueda generar dificultades”, afirmó Massa sobre la necesidad de que el Gobierno tenga la capacidad de intervenir en el comportamiento de los mercados de divisas.
Massa también enfatizó que la estabilidad de la economía argentina depende en gran medida de que el Banco Central esté activo y protegiendo las reservas, así como asegurando la estabilidad del mercado de divisas.