De acuerdo a estimaciones de la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC) en base al devengado, entre enero y junio el gasto público venía creciendo a un promedio del 12,5% mensual, pero entre julio y agosto bajó al 15,8% en términos reales. Solo en agosto el gasto se desplomó en términos reales el 19,6%, mientras que en julio había descendido el 11,5%.
Este cambio se explica teniendo en cuenta diferentes medidas adoptadas por Sergio Massa, entre ellas, el recorte de créditos de los ministerios que habían sido ejecutados hasta el momento de su asunción en el cargo.
El mes pasado, el Gobierno registró gastos corrientes por $1,2 billones, lo que representó una caída del 19,1% real respecto de igual mes del año pasado.
Los subsidios económicos disminuyeron el mes pasado el 42,6% real interanual hasta los $177.937 millones.
Entre las reducciones más significativas de los últimos dos meses se destacan los subsidios energéticos con una caída del 53,3% interanual real, la inversión real directa con una merma del 31% y las transferencias de capital con el 17,6%.
El titular del Palacio de Hacienda pretende así despejar dudas en el frente fiscal y monetario con la idea de llevar tranquilidad a los mercados, que durante junio habían puesto en duda la capacidad del Estado de poder honrar sus deudas en pesos debido al creciente nivel de erogaciones. Con ello espera lograr los objetivos acordados con el FMI.