El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, le volvió a exigir al ministro Martín Guzmán que eleve el piso desde el que se paga el impuesto a las Ganancias y que la medida se implemente antes del pago del medio aguinaldo el mes próximo.
Luego de una nota enviada hace dos semanas en la que le pedía que elevara este piso de $225.000 a $265.000 para que los aumentos salariales no fueran absorbidos por el impuesto mencionado Massa redobló su apuesta por la falta de respuestas concretas del Palacio de Hacienda. Ahora quiere que ese piso, desde el mes próximo en lugar desde enero de 2023 como estaba pautado, pase a $ 275.000 mensuales.
Aunque Guzmán respondió públicamente que “obviamente” tomaría esa decisión luego del pedido de Massa, aún no avanzó en el decreto correspondiente para ponerla en práctica, por lo que el presidente de la Cámara Baja decidió enviarle ayer una segunda nota por los canales oficiales y con copia al presidente Alberto Fernández.
Además de insistirle en su pedido, Massa les dio a entender a sus colaboradores que si Guzmán no resuelve esta cuestión rápidamente, avanzará con un proyecto de ley para que sea el Congreso Nacional el que aumente el piso de Ganancias, pese a que el Poder Ejecutivo podría hacerlo justamente por una facultad que le delegó el parlamento para este año.
En la nota, Massa reiteró la solicitud para que se adopte “Un alivio Fiscal para Trabajadores y Jubilados, a través del incremento de las deducciones del impuesto en virtud de los nuevos supuestos macroeconómicos y salariales en el marco de las facultades delegadas por el artículo 5º de la Ley Nº 27.667″.
De inmediato, recordó que “el pasado 12 de mayo se remitió una solicitud para que el Ministerio de Economía efectúe una evaluación del impacto actual del Impuesto a las Ganancias en los salarios y haberes a los efectos de proceder a incrementar las deducciones de dicho tributo en el marco de las facultades delegadas por la mencionada Ley Nº 27.667″.
En la nota se resaltaron los siguientes puntos:
– Por medio de la Ley N° 27.617 “se introdujeron modificaciones a la Ley de Impuesto a las Ganancias con el objetivo de promover que la carga tributaria de dicho tributo no neutralice los beneficios derivados de la política económica y salarial asumida por el Gobierno”.
– Esta ley “consolidó un esquema progresivo de alivio fiscal para los contribuyentes y permitió que 1,5 millones de trabajadores dejen de pagar el Impuesto a las Ganancias durante el año 2021 incorporando, entre otras cuestiones, una deducción adicional para las remuneraciones y/o haberes brutos que no superen la suma de $150.000 mensuales, inclusive, de manera tal que la ganancia neta sujeta a impuesto sea igual a 0″.
– Además, “sin perjuicio de la actualización anual de los montos de remuneraciones y/o haberes brutos fijados por la Ley N° 27.617, mediante el artículo 12 de dicha normativa se delegó en el Poder Ejecutivo nacional la facultad de incrementar dichos montos durante el año fiscal 2021″.
– Por esta razón, “mediante el Decreto 620 del 16 de setiembre de 2021, el Poder Ejecutivo nacional dispuso que los montos de la remuneración y/o haber bruto a los que aluden tanto el inciso z) del artículo 26 como el anteúltimo párrafo del inciso c) del artículo 30 de la ley del tributo se incrementen a 175.000 mensuales”.
– Para el año fiscal 2022, y por la actualización anual de los montos de remuneraciones y/o haberes brutos en base a la variación anual de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), “no corresponderá retención alguna del impuesto a las ganancias cuando la remuneración bruta mensual no supere los 225.937 pesos”.
– Por medio del “artículo 5º de la Ley Nº 27.667, este Congreso volvió a delegar la facultad para incrementar las deducciones del impuesto durante el año fiscal 2022″.
– Los “supuestos macroeconómicos y salariales actuales difieren de los tenidos en cuenta al momento de remitirse el pasado 15 de setiembre de 2021 la ley de presupuesto nacional para el 2022″, que contenía un cálculo de inflación del 33%, contra el 70% que calculan los analistas actualmente.
– Finalmente, indicó que “se solicitó efectuar una evaluación del impacto actual del tributo en los salarios y haberes a los efectos de proceder a incrementar las deducciones del Impuesto a las Ganancias en el marco de las facultades delegadas por la mencionada Ley Nº 27.667 y, de esta manera, dar sostenibilidad a las políticas de este Gobierno referidas a mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados y fortalecer la consolidación de la demanda y del mercado interno nacional”.
– Por este motivo, “a los efectos de facilitar la evaluación solicitada señalamos que los trabajadores y jubilados alcanzados por el impuesto a las ganancias se han incrementado sustancialmente en estos últimos dos meses”.
– En base a esta premisa, “según surge de las bases de datos, a febrero de 2022 la cantidad de trabajadores y jubilados ‘retenidos’ en el impuesto a las ganancias era de 742.964 y dicha cantidad se elevó a 847.878 al mes de abril del corriente año, un 14% de incremento en solo dos meses”.
– Dada esta situación, y “teniendo en cuenta que en el próximo mes se liquida además el sueldo anual complementario, solicitamos que efectivice la delegación de facultades que este Congreso efectuó y proceda a incrementar la remuneración a la que aluden tanto el inciso z) del artículo 26 como el anteúltimo párrafo del inciso c) del artículo 30 de la ley del Impuesto a las Ganancias”.
– Así, “entendemos que se dará sostenibilidad a las políticas de este Gobierno referidas a mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados y fortalecer la consolidación de la demanda y del mercado interno nacional”.
Si Guzmán vuelve a aplazar, como dejó trascender, esta actualización –que para los contadores debería llegar a unos $300.000 dado el aumento de la inflación desde el último cambio– entonces Massa dará la batalla desde el Congreso, donde posiblemente encuentre aliados tanto en el oficialismo que no comulga con la austeridad del ministro como en la oposición, que no va a querer quedarse afuera de una medida reclamada por los asalariados formales y por los gremios.