Tras dos semanas de debate y una extensa deliberación, el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski tuvo este sábado un giro decisivo: el jurado popular encontró culpable a César Sena por el asesinato de su expareja, al considerar acreditado que se trató de un homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. El fallo también involucró directamente a sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, a quienes señalaron como partícipes primarios.
Además del núcleo familiar, otros integrantes del entorno Sena enfrentaron definiciones judiciales. Gustavo Obregón y Fabiana González recibieron condenas por encubrimiento agravado, mientras que Gustavo Melgarejo fue responsabilizado por encubrimiento simple. En contraste, Griselda Reynoso fue absuelta y recuperó la libertad de forma inmediata por disposición de la jueza Dolly Fernández.
El veredicto fue celebrado por familiares de la víctima y por organizaciones feministas que siguieron el caso desde el inicio, quienes aguardaban afuera del recinto entre aplausos y muestras de alivio. La jueza recordó a los jurados que, por ley, tienen prohibido difundir lo discutido en la sala de deliberación.
La resolución llegó tras una noche de análisis que comenzó el viernes al mediodía. La cantidad de imputados y la variedad de pruebas extendieron un proceso que se esperaba resolver en la misma jornada. Finalmente, los doce integrantes del jurado alcanzaron un acuerdo unánime, requisito indispensable en este tipo de juicios.
Durante el debate, el fiscal Juan Martín Bogado sostuvo que Cecilia vivió un contexto de manipulación y violencia dentro del entorno Sena y pidió condenas firmes para todos los acusados. “Ella pensó que podía proyectar una vida con César, pero terminó atrapada en el peor escenario”, expresó.
Los imputados, en cambio, intentaron despegarse de las acusaciones. Emerenciano Sena rechazó haber participado del crimen, mientras que Acuña admitió que intentó proteger a su hijo, aunque insistió en su inocencia. César Sena decidió mantener silencio hasta el final.
El caso, que generó conmoción en Chaco y repercusión nacional, encara ahora la etapa de cesura, donde se definirán las penas. La expectativa sigue alta y el reclamo de justicia por Cecilia continúa vigente.





